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Joaquín Molina es finalista del concurso mundial de fotografía

Joaquín Molina es finalista del concurso mundial de fotografía

La Paz, 02 de septiembre (ATB Digital).- La obra titulada Pulsiones, del artista boliviano Joaquín Salvador Molina, fue seleccionada entre las 10 mejores imágenes del Concurso Mundial de Fotografía organizado por el Centro Internacional del Envejecimiento (Cenie), con sede en España.

Joaquín Salvador Molina Saavedra es fotógrafo documental y de arquitectura, es director de la cátedra de Miko Art Gallery y codirector del festival de fotografía boliviana.

“Salió el concurso y justo tenía una fotografía que estaba entre lo que se requería para el certamen que celebraba a las personas mayores. La fotografía muestra a una pareja que se da un beso en una pasarela de El Alto, entonces decidí ir con la fotografía al concurso porque creo que celebra muy bien la longevidad, esa intención de amor, beso y pulsión”, manifestó.

El certamen fue organizado por el Cenie con el objetivo de fomentar una sociedad longeva bajo el lema Vidas longevas: la vitalidad constante.

En la edición participaron 510 fotógrafos procedentes de 46 países del mundo y más de 4.000 obras.

La evaluación y selección de las obras ganadoras estuvo compuesta por José Antonio Díaz, Julio Galeote, Beatriz Martínez, Ana Palacios, Jorge Salgado y José Luis Amores.

“Más allá de la pericia del fotógrafo, cuenta el hecho de qué somos capaces de mostrar. Nuestra cultura es enorme y se debe reflejar eso”, agregó.

Molina se encuentra en proceso de elaboración de tres fotolibros y recomendó a los jóvenes fotógrafos a participar de concursos para mostrar la cultura boliviana al mundo.

La espera del beso

La fotografía fue tomada en 2021. Salvador abordó el teleférico Azul, en la ciudad de El Alto, hasta llegar a su última parada (Ex Tranca de Río Seco), en una de las pasarelas observó que dos personas adultas conversaban, su proximidad se hacía cada vez más íntima; sin embargo, de rato en rato se alejaban. El fotógrafo tuvo que esperar más de una hora para presenciar aquel beso que él sabía que llegaba. “Fue solo un segundo, después ambos se fueron”, recordó Molina.