Mundo, 25 de octubre 2022 (ATB Digital).- La atmósfera de la Tierra está electrificada en mayor o menor medida, incluso cuando no hay tormentas. Y si bien se sabe que estos campos eléctricos responden a procesos físicos y geológicos, hasta hace poco no se había considerado el efecto de las fuentes bióticas, es decir, las procedentes de los seres vivos.
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Porque los organismos también producen campos magnéticos o eléctricos, eventos llamados potenciales de acción que se originan en varios tipos de células animales que se denominan células excitables (desde neuronas a células musculares, pasando por células endocrinas).
Un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol ha desarrollado un modelo que puede predecir la influencia de estas cargas procedentes de varias especies de insectos. Su modelo base fueron las abejas (Apis mellifera) porque tienen un comportamiento de enjambre predecible y sus cargas eléctricas a nivel individual han sido bien documentadas.
Mediciones de campos eléctricos
Para probar si los enjambres de abejas pueden causar variaciones observables en la atmósfera, se llevaron a cabo mediciones de los campos eléctricos alrededor de las colmenas de abejas de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Bristol, en Reino Unido.
EL MARAVILLOSO ESPECTACULO VISUAL DEL POLEN
Las observaciones respaldaron la hipótesis de que las grandes agregaciones de insectos aéreos proporcionan una importante fuente de carga eléctrica en la atmósfera. Descubrieron que los enjambres de abejas, en particular, pueden cambiar la electricidad atmosférica de 100 a 1000 voltios por metro. Además, concluyeron que la forma en que los enjambres de insectos influyen en la electricidad atmosférica depende de su densidad y tamaño.
Los autores del estudio sugieren que la influencia de los insectos debería ser incluida en la elaboración de futuros modelos climáticos.
Así, además de ayudar a los insectos a encontrar comida, estas cargas pueden influir en la dirección del polvo, dando forma a patrones climáticos impredecibles. Por consiguiente, los autores de la investigación sugieren que la influencia de los insectos debería ser incluida en la elaboración de futuros modelos climáticos.
EL RETORNO DE ROBOBEE
Sin duda, una prueba del célebre efecto mariposa, un concepto vinculado a la teoría del caos que popularmente se ha resumido como: «el aleteo de una mariposa en Hong Kong puede desatar una tempestad en Nueva York».
Otros insectos también pueden influir en el clima
Los autores del estudio también señalan que los enjambres de langostas del desierto (Schistocerca gregaria) son capaces de superar las densidades de carga reportadas para tormentas eléctricas y nubes, superando en mucho a las abejas en su influencia atmosférica. En contraste, los lepidópteros (polillas y mariposas) no parecen representar fuentes sustanciales de carga atmosférica en comparación con los fenómenos meteorológicos debido a sus bajas densidades promedio.
Fuente: National Geographic