Argentina, 14 agost 2023(ATB Digital).- En un solo movimiento, el tipo de cambio mayorista en la apertura dio un salto del 21,8% que lo llevó a $ 350,05. La movida que dejó caer el candidato presidencial del oficialismo, Sergio Massa, -sin ninguna comunicación explicando ni las razones ni los alcances-, tuvo impacto inmediato en el mercado.
A las 10 en punto de la mañana, mientras los candidatos, los votantes y el mercado estaban todavía digiriendo el resultado de las PASO, el Gobierno aceleró la devaluación del peso.
Por un lado, llevó al dólar minorista a $ 365, un salto del 22% en el día. Y con los impuestos que se aplican sobre las distintas variantes que operan en el mercado oficial, el dólar tarjeta se fue a $ 639,6 y el dólar Qatar, a $ 731.
Y también empujó al alza a los dólares paralelos. El blue escaló hasta rozar los $ 700 y finalmente terminó en $ 685, un salto de 80 pesos en un solo día, que equivale a un avance del 98% en lo que va del año. Por su parte el contado con liqui se fue a $ 654,6 y el MEP, a $ 621. En el día el dólar bolsa aumentó 14,4%, contra 8,8% del CCL.
En consonancia con la devaluación, el Gobierno parece haberle soltado la rienda al MEP, un segmento en el que en las ruedas previas a las elecciones venía volcando un promedio de US$ 100 millones para mantenerlo controlado y evitar que se escape. Pero a la vez, después del cierre de la rueda impuso un nuevo cepo que limita a US$ 40.000 semanales la operatoria con bonos soberanos.
El salto del dólar oficial se da en el marco de la derrota que sufrió este domingo el peronismo. Este ajuste brusco del tipo de cambio muestra que el Gobierno optó por dejar la devaluación que le venía reclamando el Fondo Monetario para la mañana siguiente a las elecciones.
La aceleración del ritmo diario de devaluación, conocido comúnmente como crawling peg, es una de las condiciones que puso el Fondo para avanzar con el acuerdo.
Tras un convenio técnico a fines de julio, se pactó avanzar con una política fiscal más austera y una política cambiaria que mantuviera la competitividad del peso.
Así, en la última semana, el Banco Central dejó correr al dólar oficial a una tasa mensualizada del 12%. Pero esta vez el salto fue más contundente, con una devaluación del peso del 17,6% de una sola vez.
Tras este reacomodamiento cambiario, Sergio Massa consiguió un nuevo guiño del FMI, a través de un comunicado en que el organismo confirma que el 23 de agosto el directorio se reunirá para analizar la aprobación de los desembolsos a la Argentina, lo que habilitaría la llegada de al menos US$ 7.500 millones antes de fin de mes.
Desde el Gobierno dejaron trascender que el organismo estaría dispuesto a anticipar también para este mes los US$ 3.000 millones que estaban previstos para noviembre. Pero hasta ahora lo único confirmado oficialmente es la reunión del 23, sin precisar montos.
También trascendió que la apuesta del Gobierno es hacer subir el dólar de una vez y sostenerlo en este nivel de $ 350 de aquí hasta las elecciones de octubre. La intención es, además de acercar posiciones con el Fondo, dar más incentivos para los exportadores para que aporten divisas.
La paradoja es que con esta devaluación se paralizó el mercado de granos y el dólar agro a $ 340 dejó de tener atractivo.
Ahora el riesgo es que con una inflación que tiene un piso del 10% para este mes esos $ 350 queden “viejos” antes de octubre.
Y a esto se agrega que la devaluación pega directamente sobre buena parte de los precios, lo que lleva a los economistas privados a anticipar que tanto la inflación de este mes como la de septiembre podrían ubicarse en dos dígitos, algo que no ocurre desde abril de 2002.
“En un régimen de alta inflación el traslado a precios de una devaluación se hace más rápido. Hoy ya tenes remarcaciones y empresas que frenaron las ventas hasta recalcular el precio de sus productos”, señaló el economista Christian Buteler.
En simultáneo a la devaluación, el Banco Central aplicó una nueva suba en la tasa de referencia del mercado de 21 puntos porcentuales, que la lleva a 118%. Con esto se mejoraría el rendimiento de los plazos fijos para evitar que en medio de la devaluación los ahorristas presionen en estampida sobre el dólar.
En este marco, el Banco Central logró comprar en esta rueda US$ 200 millones, lo que lleva a nivelar los números del mes, con compras ahora por US$ 359 millones. De todos modos, a lo largo del año lleva vendidos casi US$ 3.700 millones y las reservas siguen siendo negativas en US$ 11.000 millones.
Clarín