*ERIK LLANOS
Entiendo que en La Paz se puede perder y más con la campeona del mundo, pero es inaceptable que de local a una selección boliviana la superen en todos los aspectos. También entiendo las limitaciones de muchos de los jugadores que están convocados y que hasta ahora no dan la talla, pero esas carencias las puedes compensar con ganas, con alma. Y nada de eso se vio. La entera responsabilidad del papelón frente a Argentina es de Gustavo Costas, que no tiene las más mínima idea de cómo jugar y con quiénes jugar en La Paz.
Ya viendo la lista de convocados del DT argentino uno se daba cuenta que era un equipo muy exiguo de jerarquía, pero confiaba en que con algo de trabajo y con el aporte del técnico las cosas podían marchar. Sin embargo, la premisa se cumplió y estamos enfrente de la peor selección boliviana de la que tengo memoria. Me permito exceptuar a Viscarra y a algunos futbolistas de Bolívar, que jugaron a gran nivel en la libertadores, pero al llegar a esta verde se ven consumidos por la pobreza futbolística de sus compañeros y la incapacidad táctica de Costas.
Y me sigo preguntando ¿a qué jugamos? En todo equipo, el funcionamiento te lo dan los mediocampistas y el técnico se dio el lujo de no llevar al mejor del país en esa posición, Leonel Justiniano. Villamil no puede hacer el trabajo de recuperación y creación solo, necesita un acompañante que claramente no es Ursino, ni ningún otro. La defensa es una pena, hasta cuándo Jusino, no me explico como se sostiene, cada partido comete errores groserísimos; pero claro la culpa entera es de quien lo hace jugar. Y sin jugadores desequilibrantes, simplemente no hay opciones de gol y esta selección no tiene a uno solo. En resumen tenemos el paquete completo y los resultados son evidentes. Con todo esto ¿se justifica la paralización de los torneos tres semanas o un mes para la preparación de la selección? Siempre creí que es un perjuicio para los clubes y ahora estoy convencido.
El momento de hacer un cambio de dirección es ya, y no hablo solo del DT también del mandamás federativo, sino anticipo la peor campaña de una selección boliviana en la historia de las eliminatorias. Y lo peor, una ilusión muerta desde el inicio.
*ERIK LLANOS ES PERIODISTA