ATB RADIO

EN VIVO

ATB Digital
Columnistas

El memorándum Maller-Prevost

El memorándum Maller-Prevost

César Trómpiz

Según el memorándum de Severo Maller-Prevost, publicado tras su muerte en 1949, el magistrado Brewer y Severo Maller-Prevost viajaron a Europa, en 1899, para asistir a la primera sesión del Tribunal Arbitral en París. El propósito de este tribunal era determinar la frontera entre Venezuela y Gran Bretaña.

Durante una comida en Londres, Maller-Prevost expresó la opinión de que los arbitrajes internacionales deberían basarse solo en consideraciones legales. Sin embargo, Lord Russel, un miembro del tribunal, argumentó que deberían tener en cuenta cuestiones de política internacional.

Durante los discursos en París, otro miembro del tribunal, Lord Collins, parecía interesado en determinar la ley aplicable a esos hechos. Sin embargo, después de un receso, el cambio en la actitud de Lord Collins fue notable, lo que llevó a Maller-Prevost a sospechar que algo debió haber sucedido en Londres para lograr el cambio de opinión de este tribuno.

Cuando todos los discursos concluyeron, el tribunal levantó la sesión para permitir que los árbitros emitieran su decisión. El juez Brewer reveló confidencialmente a Maller-Prevost que Martens les había informado que Russell y Collins estaban listos para decidir a favor de la Línea Schomburgk.

La Línea Schomburgk, partiendo de Punta Barima en la costa, le otorgaba a Gran Bretaña el control de la boca principal del Orinoco. Si los árbitros americanos insistían en comenzar la línea en la costa en el río Moruca, Martens se pondría del lado de los británicos y aprobaría la línea Schomburgk como límite definitivo del arbitrio.

Martens propuso que la línea fronteriza en la costa debería comenzar al sureste de Punta Barima, dando a Venezuela el control de la boca del Orinoco. La línea debería conectarse con la línea Schomburgk en el interior, dejando a Venezuela el control de unas 5.000 millas cuadradas de territorio alrededor de la boca del Orinoco.

Los árbitros americanos, el magistrado Fuller y Maller-Prevost, debían decidir si aceptar la propuesta Martens o presentar opiniones disidentes. De nuevo, Severo sospechó que durante la visita de Martens a Inglaterra se había concluido un acuerdo entre potencias para decidir el caso según sus intereses y no según las pruebas.

Maller-Prevost sintió que la responsabilidad que se le pedía que asumiera era superior a él y saltó a consultar al general Harrison, enviado de EEUU para el tema de Venezuela. El general Harrison inicialmente quería que los árbitros americanos presentaran una opinión disidente, pero luego sugirió que debían estar de acuerdo con la propuesta de Martens para conservar la desembocadura del Orinoco.

Al estar de acuerdo con el general Harrison, Maller-Prevost lo hizo saber a los árbitros americanos. Por esta razón la decisión del arbitraje de 1899 fue unánime y dio a Venezuela la desembocadura del Orinoco al tiempo que desconocía las pruebas históricas que ratifican el derecho venezolano sobre el oeste del río Esequibo.

El autor del memorándum consideró que la decisión fue injusta para Venezuela y la privó de un territorio muy extenso e importante al que Gran Bretaña no tenía derecho de ningún tipo. Dicho memorándum reveló los detalles de las negociaciones y decisiones injustas tomadas durante el arbitraje.

Para el 3 de diciembre la primera pregunta del referéndum consultivo para el pueblo venezolano recordará la ilegalidad y vicios del arbitraje de 1899, ratificando que el “Esequibo es Venezuela”.

César Trómpiz embajador de Venezuela en Bolivia.