La Paz, 7 de feb 2024 (ATB Digital).- El director nacional de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, informó que, en el Centro de Orientación Femenina (COF) de Obrajes, en La Paz, las reclusas abrieron la «Perruquería», una peluquería para perros.
Se trata de un proyecto que busca generar ingresos a las privadas de libertad que se encuentran en el centro penitenciario. El emprendimiento se encuentra en un ambiente de la cárcel.
Limpias explicó a La Razón que la peluquería canina nace dentro del “abanico de oportunidades” laborales para las reclusas. La iniciativa tiene dos objetivos, el primero es generar recursos económicos y el otro es la interacción de las mujeres con la sociedad.
“Esto es para que la sociedad de afuera pueda llevar a sus animalitos y confiar en el trabajo que hacen ellas”, dijo el funcionario.
Afirmó que también es importante que las privadas de libertad tengan la capacidad de recuperar el sentido de “afectividad”, sentido de cuidado y sensibilidad con los animales. “Algunas veces estos aspectos se pierden en algunas compañeras”.
Respecto a la preparación sobre peluquería, reveló que contaban con dos reclusas formadas (en el nivel de técnico superior) en veterinaria, temas de cuidado de animales y cortes de mascotas, “ellas fueron apoyadas en ese emprendimiento”.
Ahora, ellas son quienes transfieren el conocimiento a las demás mujeres para que la Perruquería funcione adecuadamente y genere confianza en los clientes. Destacó que cuando las privadas de libertad salgan del penal, van a tener una nueva herramienta laboral y un nuevo oficio al que dedicarse.
Sobre los costos por el servicio, Limpias indicó que por ahora se están definiendo; sin embargo, serán accesibles para la población. Los clientes tendrán servicio de baño, secado, cepillado, corte de pelo, uñas y limpieza dental.
La autoridad también señaló que buscan alguna veterinaria aliada y así ofrecer un servicio completo.
El proyecto contó con el apoyo de la Asociación Huellitas, Progettomondo, Centro Volontari Cooperazione y la Fundación Munasim Kullakita, con el apoyo de LED Servicio de Liechtenstein para el Desarrollo.
Fuente: La Razón