La Paz, 09 de feb 2024 (ATB Digital).- Una oscura sombra de violencia se cierne sobre Bolivia tras el brutal hallazgo de María Lindaura Vega Jaldin y su hija Miranda Lucía Tejada Vega, encontradas sin vida en el municipio de Viacha. Este escalofriante crimen, desencadenado por una deuda de $51.000 con un anticresista, ha sumido al país en conmoción y consternación.
La investigación revela un macabro plan tramado por Gabriel M., un anticresista que ocupaba una propiedad de Lindaura Vega desde 2014. La deuda pendiente, acumulada durante una década, desencadenó una serie de eventos trágicos que culminaron en la muerte de madre e hija.
Gabriel, junto a un albañil identificado como Wilfredo, meticulosamente planearon el crimen. Tras quitarle la vida a Lindaura, se dirigieron al domicilio de Miranda. Con engaños, convencieron a la joven de que su madre la llamaba, para luego segar también su vida. La complicidad en el acto atroz no se detuvo ahí; el albañil contó con la colaboración de su hermano José, quien actuó como vigía y facilitó su huida.
Los cuerpos de las víctimas fueron abandonados en Viacha, desatando una angustia indescriptible entre familiares y amigos. La búsqueda se intensificó con la colaboración de las autoridades policiales, quienes analizaron imágenes de cámaras de seguridad y recolectaron pruebas en la casa de las víctimas.
Según las autoridades, el albañil se involucró en el asesinato a cambio de una suma de $3.500 ofrecida por el autor material para quitarle la vida tanto a la madre como a la hija. La sociedad boliviana se encuentra consternada por este acto de violencia que ha dejado un profundo impacto en la comunidad.
Sala de redacción: ATB Digital