La Paz, 31 may 2024 (ATB Digital).– La Fiscalía informó en las últimas horas sobre la aprehensión de un décimo implicado en ciberestafas internacionales desde Santa Cruz. Se trata de una joven que presuntamente era socia capitalista de la organización criminal.
Con la aprehensión de la joven de 19 años, suman 10 los implicados vinculados a la organización criminal que afectó al Estado. Además, favoreció al enriquecimiento ilícito.
La Policía Boliviana informó el jueves que detectó otras dos organizaciones criminales que se dedican a las ciberestafas. Y que operan desde de Santa Cruz, así lo confirmó el comandante general de la entidad, general Álvaro Álvarez.
El miércoles, y tras operativos investigativos, cayó la primera organización delincuencial. La que operaba en un inmueble del segundo anillo en la capital oriental, cerca de la avenida Busch. Suman tres las redes criminales de estafas digitales.
Según los datos de la Policía nacional, las nuevas organizaciones desarticuladas tenían sus centros de operaciones en el cuarto anillo. La otra en el tercer anillo, en cercanías al inmueble de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).
Estas redes de estafas digitales contactaban a sus víctimas mediante las redes sociales y mensajes de WhatsApp. Les prometían puestos laborales en empresas del país.
La red de ciberestafadores que detectó la Policía llegó a Bolivia desde Perú y sentó su cuartel general en Santa Cruz. Con una empresa que operaba bajo la fachada de un call center. Las autoridades aprehendieron a ejecutivos y Álvarez confirmó que otras 117 personas son investigadas.
Dato
El caso de ciberestafas salió a la luz el miércoles después de un megaoperativo en la capital oriental. Ahora, los imputados esperan por sus audiencias de medidas cautelares en celdas de la Policía.
“Se conoció que personas de diferentes nacionalidades captaban a estudiantes y otras personas para trabajar en el ‘call center’ que se encontraba en un edificio…, donde realizaban llamadas para cobrar a personas deudoras en otros países. Y, en caso de no ser efectivos los pagos, se intimidaba y amedrentaba a las víctimas”, señala una nota institucional.
El Ministerio Público reveló que la empresa que se constituía en fachada de la red criminal estaba muy bien estructurada. Contaba con ejecutivos y personal de recursos humanos. Los miembros de la firma tenían conocimientos en informática y tenían sueldos cuantiosos.
FUENTE: LA RAZÓN