Mundo, 28 de may 2024 (ATB Digital).- Tomorrow Biostasis es la primera empresa europea que ha iniciado un programa de criogenia. Fundada en 2019 por el médico alemán Emil Kendziorra, tiene un proyecto: criogenizar los cuerpos de personas recién fallecidas con la esperanza de que algún día la medicina pueda devolverles la vida. La empresa tiene su sede en Berlín, pero ya mantiene cuatro cuerpos en un centro suizo en Rafz, en el Cantón de Zúrich, sumergidos en nitrógeno líquido a -196 grados. El sueño del fundador de la empresa es “construir un mundo donde las personas puedan elegir cuánto tiempo vivir, independientemente de dónde se encuentren, quiénes sean y sus recursos financieros”.
CÓMO FUNCIONA
El cuerpo debe haber fallecido, pero no debe pasar más de una hora para evitar la muerte celular del organismo. Para ralentizar este proceso, el equipo de Tomorrow Biostasis transporta el cuerpo en una ambulancia especial donde se realizan compresiones torácicas y se suministra oxígeno con una máscara respiratoria. Temporalmente, el cadáver se sumerge en hielo y se transporta al centro de Rafz. Posteriormente, se drena la sangre del cuerpo y se inyecta una mezcla de anticongelante y sustancias químicas para conservar los órganos. Este proceso se llama vitrificación. Solo entonces se sumerge al fallecido en nitrógeno líquido a casi 200 grados bajo cero en una celda de acero de 3 metros de altura. Todo esto sin el uso de electricidad.
CUÁNTO CUESTA
Existen dos tipos de servicios: la crioconservación del cuerpo completo y la del cerebro solo. En el primer caso, la cobertura del seguro es de 200.000 euros. En el segundo, es de 60.000 euros. Alrededor de 400 personas ya están inscritas en el programa de criogenia, pagando una cuota mensual de 25 euros (a partir del 15 de junio será de 50 euros). Los clientes son en su mayoría hombres de entre 25 y 45 años, y generalmente son consultores, científicos, médicos, informáticos e ingenieros.
LA PRÁCTICA EN EL MUNDO
La criogenización ya se practica principalmente en Estados Unidos y China. Los dos mayores proveedores de este servicio son estadounidenses (el Cryonics Institute, fundado por Robert Ettinger, quien argumentó sobre la “reversibilidad de la muerte”, y la empresa Alcor, pero también está la rusa KrioRus), así como la mayoría de las personas criogenizadas, que actualmente son 377. Desde 1967, se han criopreservado 500 personas en todo el mundo, y hay unas 5.000 en lista de espera.
LOS PROBLEMAS
Las dudas y los riesgos de esta práctica casi de ciencia ficción son muchos. Hasta la fecha, no hay certeza de que sea posible despertarse algún día. “Tal vez se necesiten 100, 300 o 500 años antes de que sea posible revivir, curar y rejuvenecer un organismo humano”, explicó a Bild el fundador de Tomorrow Biostasis.
Otro desafío será cómo devolver los cuerpos a una temperatura normal y cómo reanimarlos: “Dado que la reanimación de los pacientes crioconservados requiere un progreso médico significativo, no sabemos decir si será posible y cuándo será posible la reanimación”, dijo Kendziorra.
Algunos expertos también han señalado los riesgos de daños a los órganos derivados del proceso de vitrificación. El más vulnerable sería el cerebro debido a su extrema densidad: infiltrarle una sustancia anticongelante podría dañar las meninges y las sinapsis.
La crioconservación ya es una práctica establecida para esperma, óvulos o embriones, y entre los científicos hay quienes dudan de que pueda funcionar con órganos o cuerpos completos debido a su alta complejidad.
A quienes lo acusan de enriquecerse con el negocio de la hibernación, Kendziorra responde: “Podría ganar más dinero haciendo otra cosa”.
Fuente: El Mundo