Santa Cruz, 12 de jul 2024 (ATB Digital).- La Gobernación de Santa Cruz informó que 22 municipios de ese departamento se declararon en emergencia debido a la sequía y los incendios que afectan a la zona oriental del país.
Tras la temporada de lluvias e inundaciones, que también afectaron a varios departamentos de Bolivia, ahora la atención se centra en la falta de agua, incendios forestales y focos de calor.
Emergencia
“Hemos tenido una reunión con el COE, con las 11 comisiones, para informar al gobernador para que se puede emitir una ley de declaratoria de emergencia porque estos municipios han rebasado sus temas económicos y logística”, señaló Jhonny Rojas, secretario de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la gobernación.
Ahora las autoridades de estas regiones acuden a la gobernación para recibir ayuda técnica y asistencia.
En uno de sus últimos informes, el Viceministerio de Defensa Civil informó que en el país se intensifican las heladas y sequías.
Juan Carlos Calvimontes, viceministro del área, dijo este martes que el último reporte del Sistema de Información de Monitoreo de Bosques (SIMB) señala que hay 1.251 focos de calor en el país, que representa un descenso respecto a semanas anteriores, pero que comienzan las heladas y algunos departamentos registran sequías.
Cochabamba
La región del valle también registra afectación por la sequía. Al menos 10 municipios de la provincia Esteban Arce se quedaron sin agua y piden ayuda a su gobernación.
Autoridades de esa provincia expresaron que desde los primeros días de enero no han podido acumular agua en sus reservorios. Lo que genera complicación para el sector campesino en torno a la producción agrícola.
Los gobiernos municipales están haciendo gestiones para declarar zona de destre a esos municipios para llevar adelante proyectos que generen recursos y paliar la situación.
Entretanto, la Gobernación de Cochabamba en coordinación con alcaldes de la Mancomunidad de Municipios del Cono Sur y la Universidad Mayor de San Simón llevan adelante encuentros. Para coordinar acciones de mitigación y resiliencia contra la sequía y efectos globales del cambio climático.
Fuente: La Razón