Mundo, 18 de sep 2024 (ATB Digital).- Un estudio reciente ha alertado sobre el alarmante incremento en el número de muertes causadas por infecciones resistentes a antibióticos, que podría superar las previsiones más pesimistas hacia el año 2050.
Los investigadores han trabajado en una exhaustiva recopilación de datos para estimar la carga de la resistencia antimicrobiana (RAM) desde 1990 hasta 2021, abarcando 204 países y territorios. Los resultados revelan un sombrío escenario si no se toman medidas inmediatas.
Proyecciones alarmantes: millones de vidas en juego
La resistencia antimicrobiana, impulsada por el abuso y mal uso de antibióticos en humanos, animales y plantas, es descrita por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las principales amenazas para la salud y el desarrollo global. Según los modelos de predicción, entre 2025 y 2050 el mundo podría enfrentar más de 39 millones de muertes atribuibles a la RAM. Se estima que solo en 2050 las muertes causadas directamente por esta resistencia alcanzarán los 1,9 millones, mientras que aquellas asociadas podrían llegar a 8,2 millones.
El estudio, que abarcó el análisis de 520 millones de registros individuales, calculó el impacto de la resistencia antimicrobiana en 22 patógenos y 84 combinaciones patógeno-fármaco. Los resultados mostraron que la carga de esta resistencia varía enormemente según la región, afectando de manera desproporcionada a Asia del Sur, América Latina, el Caribe y el África subsahariana. Estas zonas, que ya afrontan dificultades en el acceso a una atención sanitaria de calidad, verán un incremento significativo en la mortalidad si no se implementan intervenciones oportunas.
Cambios en las tendencias por edad: el aumento entre los más mayores
Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es el contraste entre el descenso de las muertes relacionadas con la RAM en menores de 15 años y el notable aumento entre los mayores de 50.
Las sorprendentes formas de los virus
Según Chris Murray, líder del estudio, esto se debe a que las campañas de vacunación, los programas de saneamiento y algunos tratamientos han conseguido disminuir la mortalidad infantil.
Sin embargo, en adultos mayores, la combinación de envejecimiento de la población y la aparición de comorbilidades como la diabetes aumenta la vulnerabilidad frente a las infecciones graves. Esto resulta particularmente preocupante, ya que se prevé que estas tendencias se mantendrán en las próximas décadas.
Uno de los ejemplos más preocupantes es el aumento en las muertes atribuibles a la resistencia de Staphylococcus aureus a la meticilina (MRSA), cuyas cifras prácticamente se duplicaron desde 1990 hasta 2021, alcanzando las 130.000 muertes en este último año. Este fenómeno ilustra cómo ciertas combinaciones patógeno-fármaco se están consolidando como principales causantes de la crisis global de la RAM.
¿Un futuro con nuevos antibióticos o un colapso sanitario?
Las predicciones realizadas por los científicos han contemplado tres escenarios distintos hasta 2050. El primero, denominado “escenario de referencia”, anticipa que, si las condiciones actuales persisten, la RAM seguirá su tendencia ascendente, lo que ocasionará un aumento significativo de muertes.
El segundo escenario, más optimista, contempla la posibilidad de desarrollar nuevos fármacos dirigidos a patógenos gramnegativos, un grupo particularmente resistente. Por último, el tercer escenario esboza un futuro en el que la calidad del sistema de salud global mejore considerablemente, con acceso equitativo a antibióticos y atención médica adecuada en todo el mundo.
En este último escenario, las proyecciones muestran que podrían evitarse hasta 92 millones de muertes acumuladas. No obstante, el camino hacia este panorama más positivo requiere esfuerzos colosales en cuanto a inversión, desarrollo farmacéutico y políticas sanitarias coordinadas a nivel global.
Así pues, a pesar del sombrío panorama, el estudio ofrece un rayo de esperanza. Con las intervenciones adecuadas, la carga global de la RAM puede reducirse significativamente. Esto requiere mejorar el acceso a antibióticos, promover el uso responsable de estos fármacos en el ámbito agrícola y ganadero y fortalecer los sistemas sanitarios en todo el mundo.
FUENTE: NATIONAL GEOGRAPHIC