La Paz, 23 de septiembre 2024(ATB Digital).- El 16 de noviembre de 1974, un mensaje fue enviado al cosmos desde el radiotelescopio de Arecibo, marcando el inicio de una búsqueda de vida extraterrestre que hoy cumple 50 años. Esta carta, diseñada para comunicar la historia de la humanidad en simples bits, ha planteado la pregunta: ¿hemos recibido alguna respuesta?
Representar la historia de la vida en la Tierra en unos pocos dibujos puede parecer un reto monumental. Sin embargo, hace cinco décadas, la humanidad logró encapsular su esencia y lanzarla al espacio con la esperanza de que una civilización avanzada pudiera entenderla y responder.
La idea de enviar un mensaje al espacio surgió durante una celebración por la renovación del radiotelescopio de Arecibo, en Puerto Rico. Los científicos decidieron conmemorar este avance tecnológico con un evento histórico: un mensaje al espacio. Aunque el mensaje tardaría unos 25,000 años en llegar a su destino, el cúmulo de estrellas M13 en la constelación de Hércules, el propósito era más demostrar los logros de la humanidad que esperar una respuesta inmediata.
El Mensaje de Arecibo fue creado por mentes brillantes como Frank Drake y Carl Sagan. Consistía en 1,679 bits que, organizados adecuadamente, revelaban imágenes y datos sobre la Tierra y sus habitantes. Este número se eligió porque es el producto de dos números primos, sugiriendo una estructura lógica que cualquier civilización avanzada podría descifrar.
El contenido del mensaje fue cuidadosamente seleccionado para representar aspectos fundamentales de la vida en la Tierra. Organizado en una cuadrícula de 23 por 73, el mensaje incluía:
- El Lenguaje Universal de los Números: Comenzaba con los números del 1 al 10 en formato binario, un saludo matemático para establecer un entendimiento básico con cualquier ser inteligente.
- Los Bloques de la Vida: Incluía los números atómicos de los elementos más comunes en el ADN, mostrando cómo se unen para formar la famosa doble hélice.
- Nuestro Espejo en el Espacio: Una representación gráfica de un ser humano con detalles sobre nuestra altura promedio y la población global en 1974, que era de aproximadamente 4,300 millones.
- Nuestro Hogar en el Universo: Ilustraba el Sistema Solar, destacando a la Tierra como el tercer planeta del Sol, incluyendo una representación simplificada de todos los planetas conocidos, incluyendo a Plutón.
- Nuestra Voz en el Espacio: Concluía con un dibujo del radiotelescopio de Arecibo, explicando que era el instrumento utilizado para enviar el mensaje.
Cada uno de estos elementos fue diseñado para contar nuestra historia en un lenguaje que, en teoría, cualquier ser inteligente podría entender, sin importar sus diferencias culturales.
¿Y qué pasó después? El Mensaje de Arecibo sigue su camino hacia el cúmulo M13, un viaje que tomará más de 24,000 años. Aunque las probabilidades de que sea recibido y comprendido son escasas, el acto de enviar este mensaje simboliza el anhelo humano de explorar lo desconocido y conectar con posibles formas de vida.
Desde su envío, el mensaje ha generado tanto entusiasmo como escepticismo. Algunos astrónomos advirtieron sobre los riesgos de revelar nuestra ubicación en el universo a posibles civilizaciones hostiles, mientras que otros lo vieron como una invitación a la exploración.
En 2001, el sueño de comunicación intergaláctica cobró vida cuando un misterioso círculo apareció en un campo de trigo cerca del radiotelescopio de Chilbolton, en el Reino Unido. Muchos lo interpretaron como una respuesta al Mensaje de Arecibo, mostrando patrones similares pero con variaciones que parecían representar una figura humanoide y un sistema solar diferente.
Este evento desató especulaciones entre ufólogos y entusiastas de la vida extraterrestre, aunque la comunidad científica lo consideró una elaborada broma. Sin embargo, la controversia persiste y cada bit de ese mensaje continúa siendo una pieza importante de nuestra historia, lanzada al vasto océano cósmico en busca de ser descubierta algún día.
Fuente: NATIONAL GEOGRAPHIC