El 16 de octubre de 1978 se marcó un hito en la historia de la Iglesia católica con la elección de Karol Wojtyla como Papa, quien adoptó el nombre de Juan Pablo II. Su ministerio comenzó el 22 de octubre de ese mismo año, dando inicio a un pontificado que transformaría no solo la Iglesia, sino también el escenario mundial.
Karol Wojtyla nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, Polonia. Desde muy joven enfrentó grandes pérdidas, incluyendo la muerte de su madre cuando solo tenía ocho años. A pesar de estas adversidades, su fe se fortaleció. Tras la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó en una cantera y en una fábrica para sobrevivir, mientras su vocación al sacerdocio lo llevó a estudiar en secreto en un seminario clandestino.
Ordained priest in 1946, Wojtyla rápidamente se destacó en la comunidad católica. En 1958, fue nombrado Obispo Auxiliar de Cracovia y, posteriormente, Arzobispo en 1964 y Cardenal en 1967. Participó activamente en el Concilio Vaticano II, donde promovió la libertad religiosa y el diálogo interreligioso, sentando las bases para su futura labor como líder mundial.
La elección de Wojtyla como Papa en 1978 rompió con más de cuatro siglos de tradición, siendo el primer Pontífice no italiano en 455 años. Su pontificado se desarrolló en un contexto de Guerra Fría, donde la lucha entre el capitalismo y el comunismo definía la política mundial. Juan Pablo II abogó por la paz y el diálogo, y fue fundamental en la caída del comunismo en Europa, un acontecimiento que resonó profundamente en su país natal.
Durante su pontificado, que duró más de 26 años, realizó un total de 146 visitas pastorales en Italia y 104 viajes apostólicos internacionales, ganándose el apodo de “Papa peregrino”. Su carisma y compromiso lo llevaron a conectar con millones de personas, fomentando el amor y la esperanza en un mundo en conflicto.
Uno de los eventos más significativos de su papado fue el atentado que sufrió el 13 de mayo de 1981, del que sobrevivió milagrosamente. Este incidente solidificó su devoción a la Virgen de Fátima y su mensaje de paz. Además, Juan Pablo II se destacó en la defensa de la vida, la familia y la justicia social, abogando por los derechos de los no nacidos y promoviendo un cuidado especial por la creación.
A lo largo de su vida, el Papa polaco también fue un pionero en cuestiones ecológicas, subrayando la importancia de cuidar nuestro planeta. En su discurso a los miembros del comité organizador del Premio Internacional del Medio Ambiente San Francisco en 1992, enfatizó la responsabilidad del ser humano como colaborador de Dios en la creación.
Juan Pablo II también impulsó la Nueva Evangelización y las Jornadas Mundiales de la Juventud, motivando a los jóvenes a comprometerse con su fe y servir a los demás. En su homilía del 22 de octubre de 2003, recordó su misión de evangelización y su constante llamado a la esperanza y al amor.
El Papa falleció el 2 de abril de 2005, su legado perdura en la historia de la Iglesia y el mundo. Beatificado en 2011 y canonizado en 2014, Juan Pablo II continúa siendo una fuente de inspiración para millones de personas en todo el mundo. En este aniversario de su elección, recordamos su inquebrantable fe, su amor por la humanidad y su compromiso con la paz y la justicia.