Mundo, 25 de octubre 2024 (ATB Digital).- Con una estética pop y femenina, inspirada en una tienda de caramelos, la artista Katy Perry alcanzó el éxito y logró estar en la cima, rompiendo récords continuamente. En 2011, con el lanzamiento de Last Friday Night, se consolidó como la segunda artista, después de Michael Jackson con Bad en 1987, en obtener cinco sencillos número uno de un mismo álbum en los Billboard Hot 100. Gracias a Teenage Dream, Perry recibió diversos reconocimientos. En los Billboard Music Awards de 2011, fue nominada en doce categorías y ganó dos: Artista Hot 100 y Mejor Artista Digital.

Sus canciones pegajosas, llenas de energía veraniega y espíritu festivo, consolidaron a Katy Perry como la primera artista en mantener 79 semanas consecutivas en el top 10 del Billboard Hot 100 de EE. UU. En 2015, volvió a marcar un hito, cantando Roar subida a un león dorado en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl, con una audiencia récord de 118.5 millones de televidentes. Además, fue la persona más seguida en Twitter (hoy X), con casi 106 millones de seguidores, y ha vendido 143 millones de discos mundialmente, lo que la sitúa entre las artistas con mayores ventas de todos los tiempos. Perry parecía tenerlo todo; un período de éxito que duró casi una década.
La cantante proyectaba una imagen sexy, divertida y accesible. Su música y estilo pin-up, inspirado en figuras como Marilyn Monroe y Bettie Page, resultaban frescos y aptos para todas las edades. Sus canciones hablaban de amor, empoderamiento y libertad. Su look, que incluía una melena de colores, labios vibrantes, escotes corazón y cinturas marcadas, era imitado en todas partes, combinando el estilo retro con toques modernos. En su época de gloria, cada aspecto de su imagen estaba cuidadosamente diseñado, y su look se volvía tan icónico como los de Madonna en sus mejores años.
Sin embargo, una nueva década trajo consigo artistas con un perfil más introspectivo y activista, y Perry comenzó a perder relevancia. Sus intentos de renovarse no lograron conectar con el público, y algunos de sus cambios, como cortarse el cabello, fueron objeto de críticas. La artista, antes símbolo de dulzura y diversión, comenzó a mostrar una faceta distinta. Su carrera no se desplomó, pero su popularidad decayó considerablemente. Sus nuevos videos en YouTube apenas alcanzaban unos pocos millones de vistas, lo cual quedaba lejos de los cientos de millones que solía obtener, y su caída fue notoria debido a su lugar en el mundo pop.
Su debut musical fue con un disco evangélico titulado Katy Hudson, pero cambió su nombre artístico para evitar confusiones con la actriz Kate Hudson, tomando el apellido de su madre, Perry. Antes de firmar con Capitol, había trabajado con otros sellos discográficos, aunque sin gran éxito. Durante ese tiempo, participó en coros de una canción de Mick Jagger, Old Habits Die Hard, y en un tema de la banda sonora de The Sisterhood of the Traveling Pants.
En el plano personal, la californiana encontró el amor junto a Orlando Bloom, con quien tuvo una hija. Bloom la acompañó en los momentos difíciles en los que enfrentó una profunda depresión al no recuperar su trono pop, que alguna vez creyó suyo. Sus constantes contradicciones también generaron polémica; Perry cuestionó su pasado sexualizado, mientras posaba con atuendos provocativos en eventos de moda.
Con el lanzamiento de su sexto álbum, 143, tras una ausencia de cuatro años, Perry regresó a la música enfrentando críticas, en parte debido a la controversia en torno a su sencillo Woman’s World y su colaboración con el productor Dr. Luke, quien estaba envuelto en un escándalo legal tras una demanda de abuso presentada por Kesha en 2014. Según Billboard, Kesha acusó a Dr. Luke de suministrarle drogas y abusar de ella en una fiesta en casa de Paris Hilton.
El álbum 143 recibió críticas mixtas de medios especializados. NME, una revista británica, le dio una calificación de 2 sobre 5 estrellas, describiendo Woman’s World como “uno de los regresos más desastrosos”. Según esta publicación, el álbum es inconsistente y aunque tiene momentos interesantes, no logra cumplir con las ambiciones de Perry. Variety también criticó el disco, calificándolo de “una dosis de color para un pop postmilenial monótono” y señalando que Perry parece atrapada en el pasado, sin adaptarse al panorama musical actual.
Muchos consideran improbable que Katy Perry vuelva a tener otro período de gloria después de tantos intentos fallidos.
Fuente: Infobae