La Paz, 29 de oct 2024 (ATB Digital).- La audiencia del juicio por el caso Golpe de Estado I contra los exlíderes cívicos Luis Fernando Camacho y marco Antonio Pumari fue suspendida hasta el jueves.
“Se ha suspendido la audiencia. Se ha cerrado la etapa de declaración de los indicados que se han acogido al derecho al silencio y mañana vamos a ingresar (a audiencia) con las pruebas ya documentales”, dijo el abogado de la parte acusatoria, Jorge Nina, a los periodistas en La Paz.
El acto judicial se reanudará del jueves a las 10.00.
Luis Fernando Camacho
Asimismo, indicó que el lunes comenzará la etapa de las declaraciones testificales y adelantó que unos 50 testigos serán parte de esa fase, aunque “por estrategia” no brindó los nombres de los convocados.
La mañana de este martes, el juez sexto de Sentencia de La Paz, que lleva adelante el caso, admitió la enmienda a la acusación de la Fiscalía contra de los dos acusados, que fue solicitada por el juzgado la anterior semana.
Luego de la audiencia de este martes, Camacho retornó al centro penitenciario de Chonchocoro, donde guarda detención preventiva por este caso desde diciembre de 2022.
Entretanto, Pumari retornó al penal de San Pedro, en La Paz. Aunque sobre el último, se evalúa un posible traslado a Potosí debido a otro proceso en su contra.
Marco Antonio Pumari
El caso golpe de Estado I, cuyo expediente fue nombrado como “Luis Fernando Camacho y otros”, fue abierto a instancias de la exdiputada del Movimiento Al Socialismo (MAS) Lidia Patty.
Se investiga los hechos precedentes a la renuncia del expresidente Evo Morales, que dejó el cargo el 10 de noviembre de 2019.
Entonces, una fuerte convulsión política y social cobró fuerza con un motín policial y la sugerencia militar de dimisión. Camacho y Pumari, en Santa Cruz y Potosí respectivamente, lideraron las protestas por un supuesto “fraude electoral”. La movilización, replicada en varias regiones, cobró fuerza con un motín policial y la sugerencia militar para que Morales deje el cargo.
El oficialismo calificó esos hechos como un “golpe de Estado”.
Fuente: La Razón