La Paz 17 de noviembre 2024 (ATB Digital).- Segura y sonriente, Juliana Barrientos, la representante de Bolivia en el certamen de Miss Universo, deslumbró a los jurados y logró posicionarse entre las 12 finalistas del prestigioso concurso de belleza, que se lleva a cabo en México.
Con una pasarela impecable y un carisma que conquistó a todos, la Miss Bolivia comenzó su camino siendo seleccionada entre las 30 mejores del certamen. Este primer paso fue fundamental para ella, y solo unos minutos después, vivió un momento lleno de emoción al avanzar aún más en la competencia.
En un hito histórico para el certamen, Juliana Barrientos logró hacerse un lugar entre las 12 finalistas, un logro significativo en un concurso con más de un centenar de participantes de todo el mundo. A medida que las representantes iban siendo seleccionadas, el país celebró el logro de Juliana al ver su nombre entre las 12 mejores, una hazaña que hizo vibrar a todos los bolivianos.
Cochabambina y bioquímica de profesión, Juliana se destacó desde las etapas preliminares del concurso. Uno de sus mayores logros fue obtener una de las tres medallas de oro del programa Voice for Change (Voz para el Cambio), que reconoce a mujeres líderes por sus iniciativas. En su caso, su proyecto fue un esmalte de uñas innovador que tiene la capacidad de detectar la presencia de drogas, una propuesta que impactó tanto al jurado como a la audiencia.
Su participación en la prueba de trajes típicos también fue muy aclamada. Juliana brilló al rendir homenaje a los tobas, una de las culturas más representativas del oriente boliviano, con un traje tradicional que reflejaba la riqueza de esta tradición.
A lo largo del certamen, Juliana compartió su experiencia con sus seguidores en TikTok, mostrando el detrás de escenas de su participación en Miss Universo, que se celebra en Ciudad de México.
Este logro no solo resalta el talento y la determinación de Juliana Barrientos, sino que también pone a Bolivia en el centro de atención de uno de los certámenes de belleza más importantes del mundo.
Fuente: La Razón