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¿Cómo seremos en el futuro? Los humanos estamos rompiendo la evolución

¿Cómo seremos en el futuro? Los humanos estamos rompiendo la evolución

Mundo, 05 dic 2024 (ATB Digital).- Partamos desde un punto seguro: la evolución de todos los seres vivos está sujeta a los cambios que va sufriendo el planeta a lo largo de miles de millones de años. Estos cambios fuerzan la aparición de relaciones complejas entre las distintas especies y su medio, así como entre otras especies con las que lo comparten. En concreto, en la evolución humana, estos cambios han ido perfilando, poco a poco a una especie que ha encontrado la clave de su supervivencia no adaptándose al medio, sino adaptando el medio a sus necesidades. Debido al inicio de la civilización, los humanos acabaron con la presión evolutiva de los depredadores y, según aumentó la complejidad de los asentamientos y sociedades, otras presiones evolutivas no han hecho más que descender.

En la era posmoderna, las grandes hambrunas, las enfermedades infecciosas, e incluso las guerras entre países acaban con las vidas de muchas menos personas que hace apenas 100 años. Por ello, tratar de averiguar cómo evolucionará la humanidad es un ejercicio muy especulativo y que únicamente se podrá asegurar una vez los humanos lleguemos a dicho futuro. Ahora bien, conociendo los riesgos actuales, las causas de muerte más habituales, y las tendencias poblacionales, la antropología puede tratar de perfilar varios posibles caminos en el futuro de la humanidad.

¿Qué entendemos por futuro?

El primer punto es comprender qué consideramos el futuro. No es lo mismo 100, 1000, 10000 o 1 millón de años. Según nos alejamos del presente es más probable que los cambios a nivel de especie sean más notables, pero también aumenta la incertidumbre acerca de cómo evolucionaremos. Además, no sólo se ha de tener en cuenta el ser humano como especie, sino los cambios que ocurran en el mundo en ese tiempo. En 100 años, los humanos, evolutivamente, no habremos avanzado mucho, pero es muy posible que hayamos cambiado nuestro entorno con respecto a la actualidad. Seguramente, si pudiésemos ver dicho futuro, reconoceríamos la mayoría de cambios, e incluso podríamos adaptarnos a algunos de ellos, pero otros se nos escaparían completamente. Respecto a nuestro conocimiento científico, los avances que se consigan a nivel médico también es probable que afecten a la sociedad.

Siguiendo las tendencias actuales, la mayoría de personas que nazcan dentro de 100 años, y tengan los recursos suficientes, podrían tener una esperanza de vida que supere los 90 o 100 años de edad. En este futuro, las enfermedades cardíacas y los cánceres puede que sigan siendo las primeras causas de muerte en las personas más mayores. Sin embargo, este hecho podría ir cambiando poco a poco gracias a los avances en edición genética y en las terapias, lo que daría paso a otros problemas incurables con la tecnología futura. Al cambiar las causas de muerte, también es probable que se superen con mucho los récords de longevidad, un hecho que iría asociado a cambios en la forma de ver nuestro paso por el mundo e impactaría en el futuro de la especie.

Siguiendo esta lógica, aventurar cómo seremos en 1000 años es muy complicado. Es posible que la humanidad haya adaptado mejoras genéticas y tecnológicas en sus cuerpos y que estas sean lo común y no la excepción. Por ello, ciertas enfermedades y trastornos podrían llegar a desaparecer completamente gracias a la tecnología. Pero aun con todo estos cambios, la reproducción seguirá siendo un motor de la evolución. Ahora bien, con el desarrollo de métodos genéticos de diagnóstico y con la fecundación in vitro cada vez más accesible, puede que sea habitual seleccionar embriones con características deseables. Siguiendo estas pautas, existen personas que tratan de sacar algo en claro de un mundo de posibilidades.

¿Qué esperamos del futuro de la humanidad en La Tierra?

En la Tierra, se espera que los futuros humanos sean, de media, más altos que los actuales. Se trata de una tendencia cada vez más aceptada y observable en poblaciones de todo el mundo. Pero estos cambios no tienen, por lo general, un componente genético, sino que están más relacionados con el acceso a una mejor nutrición. La adopción de una dieta que cubre las necesidades del organismo de forma más adecuada permite el desarrollo de las estructuras de sujeción del cuerpo y, por tanto, fomenta el crecimiento.

También, relacionado con la nutrición y con una visión más consciente de la longitud de la vida, se espera que no sólo incremente la esperanza de vida, sino que el envejecimiento sea más saludable. Es decir, que sea habitual que personas con 80, 90, o 100 años puedan valerse por sí mismas. En la actualidad, el récord de longevidad registrado y demostrable es de 122 años, pero la persona que lo supere es probable que ya haya nacido.

Respecto a los cambios genéticos, son prácticamente impredecibles. Algunos antropólogos aventuran que es posible que, con el aumento de la esperanza de vida, se consoliden mutaciones que disminuyan la posibilidad de padecer cáncer u otros problemas relacionados con la edad. Estos cambios podrían favorecer la regeneración y el mantenimiento de los tejidos, por lo que se espera que los humanos del futuro también tengan un aspecto más joven. Es decir, que de seguir las tendencias actuales, se espera que a lo largo del próximo milenio los humanos sean una versión más alta, longeva y juvenil que la actual… Al menos en la Tierra.

La conquista del espacio y las futuras comunidades

Para que ocurra una evolución notable, una especie ha de separarse en distintos grupos y estos han de reproducirse entre ellos sin tener apenas contacto con el resto. En un mundo completamente globalizado, para el ser humano este tipo de barreras casi han dejado de existir. Ahora bien, con la vuelta de la carrera espacial y los planes de colonización de otros planetas, podrían aparecer nuevas variaciones de lo que hoy conocemos como humanos. Las características que se acaben asentando dependerán de las características de cada planeta, así como de los rasgos que se consideren “deseables”.

Por lo general, se suele aceptar que planetas con una menor gravedad, como Marte, acabarán transformando los humanos en seres más altos y gráciles, mientras que en planetas con una mayor gravedad ocurriría lo contrario. Otros aspectos, como la falta de luz solar en las colonias, podrían favorecer la aparición de nuevos mecanismos de absorción o síntesis de vitamina D, y una atmósfera controlada y libre de patógenos también podría afectar al comportamiento del sistema inmunológico.

Teniendo todo esto en cuenta, es imposible conocer con certeza cómo será nuestro futuro, pero tanto nuestro pasado como nuestro presente nos aportan pequeñas pistas que nos permiten elucubrar. En la lotería que es la vida, los humanos hemos adaptado el medio a nuestras necesidades, lo que ha traído el progreso de las sociedades, pero también ha impactado profundamente las dinámicas de nuestro planeta. Por todas estas razones, y con una sociedad interplanetaria en ciernes, pensar en cómo va a ser el futuro de la humanidad es, sobre todo, un ejercicio de imaginación. Ahora bien, en las acciones que decidamos en nuestro presente está el que pueda llegar a ocurrir alguno de esos futuros que imaginamos.

FUENTE: MEDIOS LOCALES

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