Mundo, 31 de dic 2024 (ATB Digital).- La NASA ha centrado su atención en una región del campo magnético terrestre que se ha convertido en una preocupación creciente para los científicos. Conocida como la Anomalía del Atlántico Sur (AAS), esta vasta zona de menor intensidad magnética se extiende desde Sudamérica hasta el suroeste de África. Este “bache en el espacio”, como lo describe la NASA, podría no afectar directamente la vida en la superficie terrestre, pero representa un desafío significativo para los satélites y naves espaciales que transitan por su área de influencia.

Un reto para la tecnología espacial
Los satélites y la Estación Espacial Internacional experimentan el impacto de esta anomalía al pasar por ella. La reducida intensidad magnética en la AAS permite que las partículas cargadas provenientes del Sol penetren con mayor facilidad, poniendo en riesgo los sistemas tecnológicos. Estos “bombardeos” de protones de alta energía pueden causar fallos en los componentes electrónicos, daños permanentes y pérdidas de datos. Para mitigar el riesgo, los operadores apagan de forma preventiva algunos sistemas críticos durante el paso por esta región.
El origen de la anomalía
Según los científicos de la NASA, la AAS tiene su origen en el núcleo externo de la Tierra, donde el hierro fundido en constante movimiento genera el campo magnético planetario. Sin embargo, esta dinámica no es uniforme. Un enorme depósito de roca densa bajo el continente africano, conocido como la Gran Provincia Africana de Baja Velocidad de Corte, parece interrumpir este proceso, debilitando el campo magnético en la región. Además, la inclinación del eje magnético de la Tierra contribuye a este fenómeno.
Un fenómeno en evolución
La Anomalía del Atlántico Sur no es un evento estático. Estudios recientes han revelado que la región está desplazándose lentamente y podría estar dividiéndose en dos células magnéticas distintas. Aunque los científicos aún no comprenden completamente las implicaciones de esta división, el fenómeno plantea preguntas sobre el futuro del campo magnético terrestre.
Un laboratorio natural para la investigación científica
Para la NASA, la AAS representa no solo un desafío, sino también una oportunidad única para estudiar un fenómeno complejo. Misiones espaciales y estudios continuos han permitido recopilar datos esenciales para entender mejor la dinámica del campo magnético terrestre. Estos conocimientos podrían ser clave para predecir futuros cambios y proteger las tecnologías que dependen de este “escudo invisible”.
Una mirada al futuro
“Aunque la AAS se mueve lentamente, está pasando por cambios importantes”, explicó el geofísico Terry Sabaka del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. Es fundamental continuar monitoreándola para mejorar nuestros modelos y predicciones. Con cada nuevo descubrimiento, los científicos se acercan a desentrañar los misterios de esta región enigmática del campo magnético terrestre.
En un mundo cada vez más dependiente de la tecnología espacial, entender y mitigar los efectos de fenómenos como la Anomalía del Atlántico Sur es más crucial que nunca. La Tierra, como siempre, sigue sorprendiéndonos con sus complejidades ocultas.
Fuente: LaRazón