Potosí, 27 de feb 2025 (ATB Digital).- El país vecino tiene 53 salares y trabaja en por lo menos la mitad, con participación privada.
Aunque sus reservas no se comparan con las de Bolivia, Chile está explotando por lo menos la mitad de sus salares y, de esa manera, se convirtió en el segundo productor mundial de litio, se conoció ayer, en el conversatorio que sobre “la minería en Potosí, su dimensión económica, histórica y social” se realizó en la Casa Nacional de Moneda.

Tanto el ciclo de conferencias como el conversatorio fueron organizados por la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí (SIHP) y, pese a que el Cerro Rico y la explotación de la plata fueron puntos centrales en las exposiciones de los expertos, el tema que más polémica provocó fue el del litio debido a la incertidumbre sobre su explotación en Bolivia.
Uno de los expositores fue Johannes Rehner, catedrático de la Universidad Católica (UC) de Chile, investigador principal del Núcleo Milenio Impactos de China en Latinoamérica ICLAC y miembro fundador del Centro de Estudios Asiáticos de la UC que actualmente trabaja sobre el impacto del comercio internacional y de la inversión extranjera a nivel regional y local en el referido país.
El experto compartió datos que sorprenden si se toma en cuenta que las reservas de litio de Chile son exiguas, en comparación a las del Salar de Uyuni.
Chile tiene 59 salares y 23 de ellos son operados actualmente mediante contratos de diverso tipo y con una alta participación del sector privado, tanto nacional como extranjero. Tan solo en 2020, produjo 18.000 toneladas que representan alrededor del 22 por ciento del total de la producción mundial de 82.000 toneladas de litio (t Li), y lo ubica como el segundo productor en el mundo después de Australia. La producción acumulada total de Chile en los últimos 36 años es de 266.156 t Li.
Rehner dijo que el Estado chileno le asigna tanta importancia al litio que ha adecuado su legislación en torno al aprovechamiento de este metal, que es altamente requerido para la fabricación de baterías de teléfonos móviles. Eso ha permitido generar utilidades y regalías que el gobierno chileno reinvierte en la exploración de nuevos yacimientos y el fomento a la investigación, no solo en la ingeniería de energías, sino en otras disciplinas.
Fuente: El Potosí