Cochabamba, 09 de abr 2025 (ATB Digital).- Dos víctimas, un joven de 29 años y un adolescente de 17, lograron escapar del lugar donde estaban retenidos, atados de manos y pies en un ambiente de condiciones precarias.
Jairo C.Q., de 23 años, detenido por secuestro y robo agravado, cuenta con antecedentes penales por homicidio en grado de tentativa, lesiones graves y leves, además de otro caso de robo agravado, informó ayer el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Cochabamba, Vanderley Flores.
El caso salió a la luz cuando Leo Moisés J.V., de 29 años, y un adolescente de 17 escaparon del inmueble donde estaban retenidos en Caramarca Otavi, Sipe Sipe, Valle Bajo de Cochabamba. El lugar presentaba condiciones precarias: había un catre, en cuyos soportes aún colgaban alambres y unos zapatos, ya que una de las víctimas logró aflojarlos y liberarse. En el patio del lugar se encontraba una granja de cerdos.
Ambas personas, aún con las manos atadas, ingresaron a un inmueble de la zona en busca de ayuda el lunes 7 de abril, alrededor de las 19:00. Al principio, los vecinos, alarmados, creyeron que se trataba de delincuentes. Sin embargo, Leo Moisés explicó que habían sido secuestrados y, ante la duda, los vecinos reportaron el caso a la Policía de Sipe Sipe.
Según el reporte del jefe policial, Leo Moisés, taxista de ocupación, declaró que lo citaron en Quillacollo para una carrera. Los supuestos pasajeros eran un adulto y el adolescente que luego quedó retenido con él; ambos, al parecer, provenían de la región del Trópico. Al llegar al inmueble, tres hombres los esperaban y les indicaron que pasaran a la vivienda para recoger unos paquetes. Sin embargo, en ese momento los retuvieron con violencia.
Los secuestradores despojaron a las víctimas de sus pertenencias. En un forcejeo, el pasajero adulto habría logrado escapar, dejando al taxista y al adolescente. Cuando ambos finalmente lograron huir, la Policía tomaba la entrevista y realizaba las indagaciones, inicialmente ante lo que consideraban un robo de vehículo. En ese momento, vieron a gran velocidad el taxi de la víctima, ya que Jairo había sido enviado para atraparlos. Al percatarse de la presencia policial y la multitud de vecinos, retrocedió, pero terminó chocando contra un poste y fue aprehendido.
Luego, los familiares del taxista se presentaron en el lugar y mostraron a los efectivos el comprobante de un depósito de 2.000 bolivianos, monto exigido por los presuntos secuestradores. Ante esta evidencia, la FELCC abrió la investigación también por secuestro.
Flores informó que el caso está en etapa de investigación. Se allanaron dos inmuebles: uno sería el lugar donde retuvieron a las víctimas y el otro, la vivienda de Jairo, donde encontraron un rifle de aire comprimido. Por el momento, Jairo permanece aprehendido y se prevé que en las próximas horas sea presentado ante un juez cautelar. Mientras tanto, los efectivos continúan la búsqueda de los otros dos implicados.
Se barajan varias hipótesis. Una de ellas, de manera extraoficial, indica que el pasajero que contrató los servicios de Leo Moisés estaría vinculado al narcotráfico y habría incumplido el pago de dinero proveniente de esa actividad ilícita. Los presuntos secuestradores lo habrían citado bajo engaños, prometiéndole entregarle otros paquetes de marihuana para que los comercializara y saldara su deuda, pero todo era una trampa. El pasajero logró escapar, dejando al adolescente que lo acompañaba en manos de los delincuentes. El menor de edad fue trasladado a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA). Las investigaciones sobre el caso continúan.
Fuente: Opinión