Mundo, 02 de may 2025 (ATB Digital). – Todo se decidió al final de la primera parte, en lo que ya muchos consideran uno de los peores tramos de juego en los 127 años de historia del club. En ese lapso, Casemiro abrió el marcador, Bruno Fernandes marcó un doblete, uno de penal tras la expulsión de Dani Vivián, y los ‘diablos rojos’ sentenciaron la eliminatoria con una autoridad abrumadora.
El inicio del encuentro, sin embargo, mostró a un Athletic valiente, empujado por su gente y con opciones claras para adelantarse. En los primeros quince minutos, Berenguer obligó a Onana a una gran parada, Iñaki Williams cabeceó por encima del travesaño y Berenguer volvió a tener otra chance, que fue salvada milagrosamente por Lindelof en la línea. La falta de eficacia pasó factura.
Por su parte, el United ya había avisado con un tanto anulado a Garnacho por fuera de juego. Y fue precisamente el hispano-argentino quien protagonizó una polémica acción en el área: controló el balón con la mano en el suelo, la jugada continuó y terminó con un agarrón de Vivián a Hojlund que, tras revisión del VAR, fue sancionado como penalti y derivó en la expulsión del defensa local. Fernandes convirtió desde los once metros el segundo gol, minutos después de que Casemiro anotara el primero tras una asistencia de Maguire y un toque previo de Ugarte.
Antes del descanso llegó el tercero. Ugarte, una de las figuras del partido, asistió nuevamente a Bruno Fernandes, que definió con calidad ante Agirrezabala. El vendaval inglés pudo incluso ampliarse si un disparo de Mazraoui desde fuera del área no hubiese reventado el larguero.
La segunda parte fue más equilibrada, pero el daño ya estaba hecho. El Athletic, con uno menos y afectado por las lesiones de Sancet y De Marcos, intentó resistir el impulso del United, que siguió buscando el cuarto tanto. Casemiro lo tuvo en dos ocasiones: un disparo desde la frontal que exigió a Agirrezabala y un cabezazo que se fue al lateral de la red.
Los de Valverde apenas pudieron generar peligro, aunque Djaló ofreció algo de ilusión con un par de desbordes. Una acción discutida sobre Sannadi pudo cambiar el rumbo: Maguire lo derribó siendo último hombre, pero el árbitro noruego Espen Eskas, tras revisar el VAR, no sancionó ni falta ni expulsión.
Con este resultado, y salvo un milagro en Old Trafford, el Athletic ve cómo se le escapa la oportunidad de disputar una final europea en su estadio, algo que la afición bilbaína anhelaba con el alma. Por ahora, todo indica que el Manchester United será quien pise San Mamés el 21 de mayo para disputar la gran final de la Europa League.
Fuente: Medios Locales