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Tres décadas después, Gwyneth Paltrow rememora su relación con Brad Pitt y la compara con salir con el príncipe William

Mundo, 14 de mayo 2025 (ATB Digital).- Cuando Gwyneth Paltrow recordó recientemente su relación con Brad Pitt, lo hizo con una mezcla de lucidez y afecto que no pasó desapercibida. “Es como haber salido con el príncipe William o algo así”, dijo en una entrevista reciente hace algunas semanas con Vanity Fair, consciente de que aquella etapa de su vida sigue siendo materia de fascinación pública casi tres décadas después. Su noviazgo con Pitt no fue simplemente un capítulo romántico en sus vidas personales; fue, por entonces, un fenómeno mediático que marcó una era en Hollywood.

Una pareja dorada en pleno auge de los noventa
El inicio del vínculo entre Brad Pitt y Gwyneth Paltrow tuvo lugar en 1994, durante el rodaje del thriller Se7en. El set de filmación fue escenario del encuentro de dos estrellas que, en ese momento, atravesaban etapas ascendentes en sus respectivas carreras. Pitt ya se había consolidado como galán tras Entrevista con el vampiro y Leyendas de pasión, mientras que Paltrow comenzaba a posicionarse con fuerza en la industria.

La pareja no tardó en acaparar titulares. Su imagen pública —ambos con melena rubia, estilos similares y una energía arrolladora— encarnaba una suerte de ideal estético de los años noventa. Como sucede con frecuencia en Hollywood, el peso del estrellato convirtió una relación íntima en espectáculo colectivo. Durante ese período, cada aparición pública y cada gesto eran objeto de análisis o devoción. La conexión entre ellos trascendía lo privado y se transformaba en un fenómeno de consumo cultural.

El compromiso y una ruptura temprana
Dos años después de haberse conocido, en 1996, la pareja se comprometió. La noticia intensificó el interés mediático, que ya seguía con lupa cada paso de los actores. Sin embargo, el compromiso no prosperó. En 1997, la relación llegó a su fin, dejando perplejos a seguidores y periodistas por igual.

Años después, Gwyneth Paltrow abordó el tema con franqueza. En diálogo con The Howard Stern Show, explicó: “Creo que era una niña y no estaba lista. Era demasiado bueno para mí. Sinceramente, creo que era demasiado joven y no sabía lo que hacía”. La reflexión revela una mirada crítica sobre su madurez emocional en aquel momento y una especie de reivindicación de la figura de Pitt como compañero.

Entre homenajes y respeto persistente
Durante el tiempo que duró el romance, hubo múltiples gestos públicos que evidenciaban el nivel de compromiso afectivo entre ambos. Uno de los momentos más recordados ocurrió cuando Brad Pitt ganó un Globo de Oro por su actuación en Doce monos y dedicó el premio a Paltrow, a quien llamó “su ángel” y “el amor de su vida”. Este tipo de expresiones alimentaban tanto la narrativa mediática como la percepción de autenticidad en la relación.

Lejos de distanciarse con el paso de los años, ambos conservaron una actitud de mutuo respeto. En 2018, Paltrow lo reafirmó durante una entrevista con Entertainment Tonight, en la que aseguró: “Es una persona increíble, un gran empresario, muy creativo y una buena persona. Realmente lo amo. Soy una gran admiradora suya”. Estas palabras no solo desestiman la posibilidad de un vínculo traumático, sino que instalan la idea de un afecto que, pese a haber cambiado de forma, nunca se disolvió.

“Es como haber salido con el príncipe William”
En una conversación reciente con Vanity Fair, Paltrow volvió sobre su historia con Pitt, esta vez desde una distancia temporal que permite otro tipo de análisis. Al hablar sobre la persistencia del recuerdo mediático de su relación, señaló con humor e inteligencia: “Es como haber salido, no sé, con el príncipe William o algo así. Eso siempre va a surgir”.

La comparación no es fortuita. Pitt, al igual que una figura de la realeza, trasciende el estatuto de celebridad y se convierte en un ícono cultural de alcance global. En ese contexto, haber sido su pareja no es un dato menor, sino parte de un archivo emocional que la cultura popular se niega a dejar atrás.

Paltrow también destacó el carácter “intrigante” de su ex pareja, aunque sin dejar que la anécdota derive en idealización. Lo que se percibe es una voluntad de reconocer el impacto de esa etapa sin aferrarse a nostalgias. La actriz, hoy más centrada en su faceta empresarial, logra mantener un equilibrio entre el recuerdo afectuoso y la narrativa personal que construyó en años posteriores.

Relaciones pasadas y vínculos presentes
El vínculo con Brad Pitt no es el único que Gwyneth Paltrow ha sabido transformar en una relación de respeto y cordialidad tras la ruptura. En el caso de Ben Affleck, con quien tuvo una relación intermitente durante los primeros años del nuevo milenio, también persiste una amistad. En entrevistas recientes, Paltrow no evitó referirse a él con cierta liviandad, incluso aludiendo con ironía a su desempeño en la intimidad al describirlo como “técnicamente excelente”.

El caso más notable, sin embargo, es el de Chris Martin, líder de la banda Coldplay y padre de sus dos hijos. Aunque la relación sentimental terminó, ambos mantienen un vínculo armonioso que incluye momentos compartidos junto a sus respectivas nuevas parejas. Esta dinámica familiar extendida ha sido reconocida públicamente como un modelo de convivencia posruptura que escapa a los estereotipos.

Fuente: Infobae

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