Mundo, 25 de mayo 2025 (ATB Digital).- El kale, conocido también como col rizada, es una verdura de hoja verde que ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus destacadas propiedades nutricionales.
Aunque en muchos lugares aún no es un alimento común en la dieta diaria, su consumo está asociado a múltiples beneficios para la salud. Esta verdura es una opción rica en calcio, lo que la convierte en un aliado clave para la prevención de la osteoporosis y el fortalecimiento óseo, además de contar con una notable capacidad para ayudar al organismo a eliminar toxinas.
El kale es extremadamente versátil en la cocina y se puede incluir de diversas formas en la dieta. Puede añadirse crudo a ensaladas, licuarse en batidos verdes o cocinarse al vapor, salteado o como complemento en sopas y guisos. Para quienes encuentran sus hojas algo amargas, combinarlas con ingredientes como limón, ajo o frutas puede ayudar a suavizar su sabor.
Kale: un aporte significativo de calcio
El kale se destaca por su contenido de calcio, un mineral esencial para la salud de los huesos. Una taza de kale cocido proporciona aproximadamente 100 miligramos de calcio, lo que lo convierte en una alternativa vegetal excelente para quienes no consumen productos lácteos.
Este mineral no solo es fundamental para prevenir la osteoporosis, una enfermedad caracterizada por la pérdida de densidad ósea, sino también para mantener la función muscular y la transmisión nerviosa en buen estado.
Además, el kale contiene vitamina K, un nutriente crucial para el metabolismo óseo, que contribuye al mantenimiento de huesos fuertes al regular la actividad de las proteínas implicadas en la mineralización ósea.
Propiedades desintoxicantes del kale
El kale también beneficia al organismo al apoyar el proceso de desintoxicación natural. Es rico en antioxidantes, como la vitamina C y compuestos fenólicos, que combaten el daño causado por los radicales libres, moléculas que pueden contribuir al envejecimiento y al desarrollo de enfermedades crónicas como el cáncer y las dolencias cardiovasculares.
Los compuestos sulfurosos presentes en el kale estimulan las enzimas del hígado, ayudando a descomponer toxinas y otras sustancias nocivas que el cuerpo necesita eliminar. Este proceso favorece una función hepática más eficiente y, en consecuencia, una mejor depuración del organismo.
Más del kale: bajo en calorías
El kale es un alimento denso en nutrientes, bajo en calorías y alto en fibra. Estos aspectos lo convierten en una excelente opción para mantener una dieta equilibrada. Su fibra no solo apoya la salud digestiva, sino que también contribuye a mantener niveles estables de colesterol y azúcar en sangre.
Además de calcio y vitamina K, contiene beta-caroteno, precursor de la vitamina A, que es esencial para la salud ocular, y hierro, necesario para prevenir la anemia. Asimismo, es una fuente considerable de magnesio, que participa en numerosas funciones metabólicas.
Fuente: Infobae