Sucre, 9 junio 2025 (ATB Digital).— El municipio de Mojocoya, en el departamento de Chuquisaca, prevé alcanzar una cosecha récord de 8.000 toneladas (t) de trigo en la campaña agrícola de este año.
“Estamos bien, hemos batido récord, estamos sobre las 8.000 toneladas de trigo en el municipio, esta gestión nos ha ido excelente”, declaró a CORREO DEL SUR el alcalde de Mojocoya, José Cardozo.
Desde el 2021 hasta la fecha, Mojocoya dio un salto cuantitativo en producción anual de trigo, pues pasó de 3.000 a 8.000 toneladas en ese periodo. En 2024 se cosechó 5.000 toneladas, un nivel “aceptable” pese a la fuerte sequía que hubo.
“Ahora la lluvia nos ha acompañado y nos ha ido de manera excelente”, remarcó el burgomaestre local al mencionar que el incremento de la producción también se debió a la mecanización, la introducción de variedades más eficientes, la tecnología y la ampliación de la superficie cultivable.
Problemas con el Diésel
El periodo de cosecha comenzó con dificultades, pues los productores de Mojocoya no tienen diésel para las maquinarias. Pese a ello, ya lograron un avance del 10% en este trabajo.
“No hay combustible y aun eso estamos iniciando la cosecha, nos hemos reunido con YPFB y quedaron en mandarnos una cisterna (de 25.000 litros) con diésel la siguiente semana”, expresó Cardozo.
Mercado asegurado
El trigo de Mojocoya tiene como cliente seguro a la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), que paga un “precio justo” a los productores.
“Con Emapa tenemos un convenio de compra-venta, pero también tuvimos conversaciones con un molino industrial de Santa Cruz que quiere 6.000 toneladas (de trigo) y nos ofreció pagar Bs 220 el quintal de 46 kilos”, dijo el alcalde al mencionar que hay otras dos empresas cruceñas interesadas en el producto de Mojocoya, entre ellas Industrias Kantuta.
Este precio es atractivo, considerando que el año pasado lo vendieron en Bs 175; sin embargo, los productores esperan poder acomodar su producción a Bs 250 el quintal “por el tema de los costos de producción”.
“Estamos entre esos dos (compradores), no sé si vamos a entregar (a la empresa cruceña o) a Emapa. Si entregamos a Emapa el trigo se va a ir a Caracollo, al molino de Oruro”, añadió Cardozo.
Emapa aún no definió el precio de compra del trigo debido a que realiza una actualización de los costos de producción ante el incremento de precios de los insumos.
A propósito de los insumos, el precio de los fertilizantes “ha subido inmensamente. Casi estamos llegando a lo mismo (…), no hay mucha ganancia. Subió a Bs 1.000 la bolsa de 46 kilos del abono importado. La urea boliviana está en Bs 350, ha subido un poco”, mencionó la autoridad edil.
Se prevé que el periodo de cosecha termine a fines de julio, aunque si la escasez de diésel empeora este trabajo se podría prolongar hasta la primera o segunda semana de agosto.
Datos
- En Chuquisaca se tiene identificados 16 municipios productores de trigo; de los cuales, Mojocoya se constituye en el mayor productor, aportando al departamento aproximadamente con un 65% del total producido.
- Mojocoya tiene una superficie cultivable de 3.500 hectáreas y 3.000 familias productoras, de las cuales 600 trabajan con Emapa. El rendimiento oscila desde 1 tonelada por hectárea hasta 2,30 t/ha.
Molino de Mojocoya, dos años sin concluir la transferencia a Emapa
Un trámite de transferencia de la Gobernación a Emapa que empezó a comienzos de 2023 y no concluye hasta ahora.
El secretario departamental de Cultura, Turismo, Desarrollo Productivo y Empleo de la Gobernación de Chuquisaca, Félix Almendras, dijo que el trámite no pudo terminarse debido a “temas administrativos que por alguna razón más de dilación la Asamblea (Legislativa Departamental) está dando demasiada vuelta en este tema de la transferencia”.
“Nosotros habíamos visto que abril era la fecha máxima (para la transferencia), pero no han podido cerrar, ojalá en un mes más (julio) puedan terminar (la aprobación en la ALD) y hacer la transferencia”, remarcó el servidor público.
La Asamblea Legislativa Departamental (ALD) solicitó la firma de un convenio previo a la transferencia, que defina el alcance de las responsabilidades y, principalmente, de la inversión complementaria que debe realizar Emapa para el funcionamiento de la planta molinera.
Este complejo industrial empezó a funcionar en 2015 y mantuvo operaciones hasta 2022, cuando la Gobernación decidió cerrarlo por falta de recursos económicos y ceder su administración a Emapa.
Proinpa: Lo que más ayuda en Mojocoya es la mecanización
El incremento de producción en Mojocoya está relacionado con la mecanización del agro, según sostiene el coordinar regional de la Fundación Proinpa, Cresencio Calle.
“Es un buen volumen de producción, 8.000 toneladas son casi 4.000 o 5.000 hectáreas que han debido producir porque allá (en Mojocoya) el rendimiento es mucho mejor que en la zona alta”, destacó el ingeniero agrónomo.
Sobre el precio de Bs 220 que ofrecen por el trigo de Mojocoya, Calle afirmó que “es muy conveniente” considerando que tradicionalmente el quintal estaba en 150 o 170 bolivianos.
Por otro lado, destacó como un factor gravitante en el incremento de la producción de trigo la mecanización. “Lo que más ha ayudado en Mojocoya es la mecanización. Hace 15 o 18 años, la única máquina que cosechaba en Mojocoya era la que Proimpa tenía allá, que era una máquina que corta, trilla, ventea y solo hay que recibir el grano en bolsa. Ahora hay una docena de máquinas de este tipo en este municipio”, recalcó.
Estas máquinas agrícolas cuestan unos 100.000 dólares, pero los productores normalmente traen a medio uso pagando entre 20.000 y 30.000 dólares.
“Eso ha revolucionado la producción allá porque ya no necesitan mano de obra. Antes el dolor de cabeza que tenían era precisamente la mano de obra y para cosechar una hectárea necesitaban de 10 a 12 jornaleros y con la escasez de recurso humano que había el gasto era muy alto y fácilmente les salía más de Bs 1.000 solo cortar el trigo y sobre eso tenían que trillar, ventear”, recordó Calle.
Ahora estas máquinas realizan esas tres tareas de manera simultánea y lo que tomaba diez días por hectárea, ahora solo demanda una hora o una hora y media.
“Eso les ha ayudado enormemente para sembrar más superficie. Ya no tienen miedo de conseguir jornaleros porque hay máquinas cosechadoras que alquilan allí mismo y el costo de la cosecha se ha reducido casi a la mitad. Eso significa mejoras en sus ingresos y ganancias”, remarcó el ingeniero agrónomo.
Fuente: Correo del Sur