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Microplásticos hasta en los fluidos reproductivos: un estudio en Murcia genera preocupación y dudas

Mundo, 3 julio 2025 (ATB Digital).— Los plásticos son materiales impresionantes. Fáciles de producir, baratos, y son muy complicados de descomponer, por lo que tienen una larguísima vida útil. Estos motivos han facilitado que desde hace algo más de medio siglo se hayan utilizado ubicuamente. La mayoría de los objetos que tocamos están hechos de plástico, nuestra ropa, nuestros hogares… casi todo lo que nos rodea contiene algún tipo de plástico. Pero estas propiedades tan atractivas también suponen un problema, porque los plásticos se rompen en trozos pequeños, pero no se terminan de deshacer. Estos plásticos, cada vez más pequeños, se cuelan en cualquier grieta y, también, acaban en nuestro interior.

Por ello, que vivamos rodeados de microplásticos no sorprende, que estén en nuestro interior, tampoco, pero que se hayan encontrado microplásticos en los fluidos reproductivos podría indicar que el problema ha alcanzado una magnitud mucho mayor a la esperada.

El estudio, llevado a cabo por Next Fertility Murcia y presentado en la 41ª reunión anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología ha encontrado hasta 7 tipos de plásticos distintos en los fluidos reproductores humanos. Concretamente, se ha analizado el fluido folicular de 29 mujeres, y en 20 de ellas (lo que supone un 69 % de las muestras), se han hallado microplásticos. También, al analizar muestras de fluido seminal de 22 hombres, 12 de ellos (un 55% del total) también mostraban microplásticos.

Sentando las bases de los microplásticos

Los plásticos tienen obtienen sus propiedades de la estructura molecular que los conforma. Concretamente, están formados por pequeñas piezas denominadas monómeros que se unen unas con otras en largas cadenas. Estas cadenas se denominan polímeros y, dependiendo de los eslabones (monómeros) que los conformen, así como de la forma que se encuentren engarzados unos con otros, los plásticos obtendrán sus características físicas que los hacen únicos. Algunos plásticos serán más rígidos, otros más flexibles, y algunos serán más resistentes a la temperatura o a agentes químicos o abrasivos.

Por ello, la mayoría de los plásticos obtienen su nombre del monómero que lo conforman y del prefijo «poli», que significa mucho. Así, el polipropileno (PP), utilizado ampliamente en la empresa textil o en los envases, está formado por una cadena de millones de propilenos unidos unos con otros. Pero estas cadenas pueden soltarse de los tejidos, o de los utensilios que utilizamos, y acabar en nuestro interior. Así lo refleja este estudio, que ha encontrado PP en el 28% de total de las muestras.

El plástico que más se encuentra en nuestro interior es el politetrafluoroetileno (31%), seguido por el PP, y del tereftalato de polietileno (PET), que es el plástico que conforma las botellas de agua. Los cuatro restantes son la poliamida, el poliuretano, el polietileno y el poliestireno, y se han encontrado en pedazos menores de 5mm. Todas las partículas halladas fueron detectadas e identificadas mediante microscopía infrarroja.

Este estudio no es nuevo, pero sí que es sorprendente

Como indica Emilio, no es de extrañar que se encuentren microplásticos en los fluidos reproductivos. Al fin y al cabo, ya se había observado su presencia en muchas otras partes del cuerpo, incluso en el cerebro, un órgano que se encuentra especialmente protegido por la barrera hematoencefálica. La parte sorprendente era la cantidad de muestras que presentaban los plásticos.

Ahora bien, antes de que salten las alarmas, los científicos piden prudencia. La presencia de los plásticos todavía no se ha asociado con descensos en la natalidad o con problemas a la hora de concebir, por lo que se requieren más estudios antes de extraer conclusiones precipitadas. En este artículo únicamente están detectando la presencia de los microplásticos, no su impacto en la salud reproductiva.

Una rama de estudio en la que conviene adentrarse

Otros investigadores muestran cierto escepticismo ante el estudio, que todavía no ha sido revisado por pares. Según afirman, aunque es muy posible que los resultados de Emilio sean correctos, el problema de los microplásticos es que pueden aparecer en cualquier experimento. Al utilizar cualquier tipo de material plástico, pueden desprenderse, o incluso pueden estar flotando en el aire y depositarse en las muestras, aunque se lleve un cuidado excepcional.

Este hecho, sumado a que el estudio está realizado con una muestra muy pequeña (51 personas en total) puede reflejar unos porcentajes que se alejen de la realidad.

Por ello, insisten en ampliar el estudio a varios cientos o miles de muestras, y a llevarlo a cabo en ambientes especialmente libres de microplásticos para evitar contaminaciones. Además, también consideran que sería pertinente observar si estos microplásticos realmente tienen un impacto en la reproducción porque, de ser así, nos encontraríamos ante un problema con una solución muy compleja, ya que nuestra vida, si todo sigue igual, seguirá envuelta en plástico.

Fuente: National Geographic España

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