El Alto, 21 de julio 2025 (ATB Digital) .- El dirigente del transporte público de El Alto, Reynaldo Luna, lanzó este lunes un ultimátum al Gobierno para que tome las acciones necesarias y cumpla con los compromisos asumidos en relación al abastecimiento de carburantes, en medio de una creciente escasez de diésel y gasolina. Según denunció, la falta de combustible está afectando gravemente al sector y elevando el costo de vida en el país.
“Estamos dando 48 horas al Gobierno. Pedimos a los diferentes departamentos unidad, que se sumen a esta causa. Si hasta el miércoles no hay una convocatoria, vamos a tomar medidas de presión contra el ministro de Hidrocarburos y contra el presidente de YPFB”, advirtió Luna en una conferencia de prensa desde la ciudad de El Alto.
El dirigente de la Federación Andina acusó al Ejecutivo de no cumplir los compromisos asumidos con los transportistas y alertó que el desabastecimiento está comenzando a impactar en otros sectores. “Una bolsa de cemento que costaba 45 bolivianos ahora está entre 75 y 85. ¿Por qué? Por la falta de combustible”, afirmó.
Luna también denunció irregularidades en la venta de carburantes. “Nos dicen que la gasolina y el diésel pueden costar hasta 12 bolivianos, pero hay empresas que venden el litro a Bs 6,80. ¿Cómo es posible eso si el precio oficial es de Bs 3,70?”, cuestionó.
Además, advirtió que el país podría enfrentar un corte de electricidad si persiste la escasez de diésel. “Nos han informado que si no hay combustible, no va a haber electricidad. Muchas plantas funcionan con gasóleo”, alertó.
El dirigente reprochó el silencio de la Confederación Nacional de Choferes de Bolivia y anunció que la Federación Andina hará conocer sus decisiones a nivel nacional. “No podemos permitir que se siga afectando a las familias. El transporte sindicalizado no se va a quedar de brazos cruzados”, concluyó.
Bolivia enfrenta una crisis energética marcada por la caída de su producción de gas natural, el agotamiento de reservas y una creciente dependencia de la importación de combustibles líquidos.
Las dificultades para garantizar el suministro de combustible han provocado colas en surtidores, interrupciones en la logística del transporte y un encarecimiento de productos esenciales, mientras el Gobierno mantiene un esquema de subvención que se vuelve cada vez más insostenible.
Fuente: ED