Mundo, 14 de oct 2025 (ATB Digital).- Un estudio longitudinal citado por Nature planteó que durante el envejecimiento, las personas del sexo masculino “experimentan una mayor reducción de volumen en más regiones cerebrales que las de sexo femenino. Los autores sugieren que esto significa que los cambios cerebrales relacionados con la edad no explican por qué las mujeres son diagnosticadas con mayor frecuencia con la enfermedad de Alzheimer que los hombres”.
El trabajo publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, analizó más de 12.500 resonancias magnéticas de 4.726 personas sin deterioro cognitivo. No obstante, este fenómeno no explica por sí solo la diferencia de incidencia de la enfermedad entre ambos sexos, según los autores.
La investigación, que incluyó al menos dos escáneres cerebrales por participante con un intervalo promedio de tres años, se centró en el análisis de estructuras como el grosor de la materia gris y el tamaño de áreas vinculadas al Alzheimer, entre ellas el hipocampo, esencial para la memoria.
Los resultados mostraron que, por ejemplo, la corteza poscentral —clave en el procesamiento de sensaciones táctiles, dolor, temperatura y movimientos corporales— se redujo anualmente un 2,0% en hombres frente a un 1,2% en mujeres.
Este patrón se repitió en otras regiones, lo que llevó a la neuropsicóloga clínica Fiona Kumfor, de la Universidad de Sídney, a afirmar que los datos sugieren que “los hombres envejecen más rápido que las mujeres”, según declaraciones recogidas por Nature. Kumfor añadió que los hombres también presentan una esperanza de vida más corta.
A pesar de que casi el doble de mujeres son diagnosticadas con Alzheimer en comparación con los hombres, y que el envejecimiento constituye el principal factor de riesgo, los autores del estudio sostienen que los cambios cerebrales relacionados con la edad no justifican la mayor prevalencia de la enfermedad en mujeres. La coautora Anne Ravndal, estudiante de doctorado en la Universidad de Oslo, explicó que “si el cerebro de las mujeres se deteriorara más, eso podría haber ayudado a explicar su mayor prevalencia de Alzheimer”. Sin embargo, los datos obtenidos no respaldan esa hipótesis.
La literatura científica previa sobre las diferencias de género en el envejecimiento cerebral ha sido contradictoria. Algunos estudios han identificado una mayor pérdida de materia gris total y de tamaño del hipocampo en hombres, mientras que otros han reportado una disminución más marcada de la materia gris en mujeres. El presente trabajo, al analizar una muestra amplia y longitudinal, refuerza la idea de que el envejecimiento cerebral masculino es más acelerado en términos de reducción de volumen.
La investigadora clínica en salud cognitiva Amy Brodtmann, de la Universidad de Monash en Melbourne, señaló que si los cambios observados tuvieran un papel determinante en el desarrollo del Alzheimer, el estudio habría mostrado un mayor deterioro en áreas asociadas a la enfermedad —como el hipocampo y el precúneo— en mujeres, lo que no ocurrió. Brodtmann subrayó la necesidad de ampliar la investigación con conjuntos de datos más diversos, ya que la muestra analizada presentaba un alto nivel educativo, considerado un factor protector frente al Alzheimer, y carecía de información sobre variables como la etnia o la edad de la menopausia en las mujeres.
El análisis estadístico reveló que, al ajustar por nivel educativo, algunas regiones cerebrales masculinas dejaron de mostrar un deterioro más pronunciado que las femeninas. Además, al comparar a hombres y mujeres con expectativas de vida similares, el ritmo de atrofia cerebral resultó equiparable entre ambos grupos.
Kumfor advirtió que no resulta sorprendente que las diferencias de sexo en el volumen cerebral no influyan de manera directa en la prevalencia del Alzheimer, dado que las enfermedades neurodegenerativas presentan una gran complejidad. “Es poco probable que simplemente observar los cambios relacionados con la edad en la atrofia cerebral explique las complejidades que la sustentan”, afirmó. Ravndal, por su parte, sugirió que las diferencias en supervivencia o susceptibilidad a la enfermedad podrían ser factores relevantes para explicar la mayor incidencia en mujeres.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demencia es consecuencia de diversas enfermedades y lesiones que afectan el cerebro, siendo el Alzheimer la forma más común y responsable de entre el 60% y el 70% de los casos. La demencia constituye actualmente la séptima causa de defunción y una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores a nivel global.
Fuente: Infobae