Mundo, 25 de oct 2025 (ATB Digital) .- En las profundidades de una lujosa villa romana en Herculano, una ciudad vecina a Pompeya, se descubrió en el siglo XVIII una biblioteca completamente inesperada. Los arqueólogos encontraron cientos de papiros carbonizados, conservados en forma de trozos ennegrecidos debido a la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. El calor extremo selló estos textos en una especie de caparazón de ceniza y fuego que impidió su apertura sin destruirlos.
Durante más de dos siglos, estos rollos de Herculano fueron considerados irrecuperables. Pero en los últimos años, una combinación de tecnología avanzada, inteligencia artificial y colaboración global ha comenzado a desentrañar lo que podría ser uno de los mayores descubrimientos literarios de la historia antigua.
La villa de los papiros y su dueño ilustre
La llamada «Villa de los Papiros» perteneció probablemente a Lucio Calpurnio Pisón Cæsonino, suegro de Julio César y un importante senador romano. Esta villa no solo era un lugar de descanso, sino un verdadero centro de saber. Su biblioteca es la única de la Antigüedad que ha sobrevivido hasta nuestros días, aunque en un estado frágil y aparentemente ilegible.
El contenido de los papiros había permanecido como un enigma, aunque se sospechaba que contenían textos filosóficos griegos, algunos posiblemente de Epicuro o de su escuela. Se hablaba incluso de escritos cristianos primitivos o autores completamente desconocidos.
Tecnología al servicio de lo imposible
Para acceder al interior de estos rollos sin destruirlos, el físico teórico Giorgio Angelotti lidera un equipo que combina aceleradores de partículas, rayos X de alta energía e inteligencia artificial. Utilizan un tipo de tomografía por rayos X similar a la que se aplica en medicina, pero con muchísima mayor resolución.
Cada rollo se escanea sin ser abierto, generando un modelo tridimensional detallado de sus capas internas. El problema es que la tinta usada no tiene un contraste evidente con el papiro quemado. Es como intentar leer tinta negra sobre papel negro, capa tras capa, dentro de un cilindro frágil como el vidrio.
Aquí entra en juego la inteligencia artificial. Gracias a una competencia global conocida como el «Vesuvius Challenge«, desarrolladores y científicos de todo el mundo entrenan modelos de aprendizaje automático capaces de detectar patrones sutiles en la densidad del material. Estos modelos aprenden a distinguir la letra escrita incluso en condiciones casi imposibles.
Primeras palabras tras casi 2000 años
En 2023, el proyecto logró un hito al revelar las primeras palabras legibles de un papiro cerrado. Se trataba de un texto filosófico que hablaba sobre el placer, concepto central en la filosofía epicúcrea. Esto confirmó que, al menos parte de la colección, contenía textos de gran valor filosófico.
Las primeras frases recuperadas han abierto la puerta a lo que podría ser una mina de oro para los clásicos. A medida que el sistema mejora, se espera leer rollos completos sin necesidad de tocarlos físicamente. Es como escuchar las voces de pensadores antiguos que han estado en silencio durante milenios.
Implicaciones culturales e históricas
Leer estos papiros no es solo un logro tecnológico; es también una forma de recuperar una parte del pensamiento humano que se creía perdida para siempre. Cada frase descifrada puede dar lugar a nuevas interpretaciones del mundo clásico, de la política romana, de la filosofía griega o incluso del desarrollo temprano del cristianismo.
Es también un ejercicio de humildad y paciencia: abrir un rollo lleva semanas de procesamiento computacional y análisis. Pero cada avance es un paso hacia una reconstrucción más precisa de nuestro pasado intelectual.
Ciencia ciudadana y colaboración abierta
Uno de los aspectos más inspiradores de este proyecto es que no se limita a laboratorios cerrados. El «Vesuvius Challenge» ha convertido esta investigación en un esfuerzo colectivo, donde estudiantes, científicos aficionados y expertos en visión computacional pueden participar desde cualquier lugar del mundo.
Se han liberado datos 3D de los rollos escaneados, junto con herramientas para analizarlos. Esto ha democratizado el acceso a uno de los patrimonios más valiosos de la humanidad. La ciencia ciudadana está demostrando que el conocimiento no solo se encuentra en los museos o las universidades, sino también en la voluntad colectiva de descubrir.
El futuro de los rollos perdidos
Con cientos de papiros aún por escanear y descifrar, el proyecto apenas ha comenzado. Se espera que los próximos años traigan consigo la lectura de obras completas, el descubrimiento de autores desconocidos y una comprensión mucho más rica de la vida intelectual romana.
La tecnología ha demostrado que puede ser una aliada fundamental del patrimonio. En lugar de sustituir el trabajo de los historiadores, lo potencia. Esta sinergia entre máquinas y humanidad está transformando no solo lo que sabemos del pasado, sino cómo lo descubrimos.
Fuente: wwwhatsnew.com
