Mundo, 28 de oct 2025 (ATB Digital).- La inteligencia artificial ha avanzado en su capacidad para interactuar con los humanos, llegando a detectar emociones y simular vínculos afectivos. Sin embargo, esta capacidad plantea serias preocupaciones sobre el impacto de la IA en la salud mental y las relaciones humanas. Un caso extremo es el de Stein-Erik Soelberg, quien tras meses de interacción con ChatGPT, mató a su madre y se suicidó. Este suceso ha llevado a OpenAI a reconocer que más de un millón de personas hablan sobre el suicidio con su modelo de lenguaje cada semana.
El debate se centra no solo en la automatización de tareas, sino en cómo la IA está comenzando a influir en aspectos críticos de la vida humana, como las emociones y la identidad. Daniel Innerarity, catedrático de Filosofía Política y Social en la Universidad del País Vasco, señala que la sociedad está en un estado de «hype» con respecto a la IA, donde las expectativas y los miedos coexisten. Karen Vergara, investigadora en sociedad, tecnología y género en ONG Amaranta (Chile), destaca que mientras algunos adoptan esta tecnología, otros quedan excluidos debido a brechas de acceso.
Un estudio del MIT Media Lab identificó patrones de interacción entre usuarios que incluyen a personas «socialmente vulnerables» y dependientes de la tecnología. Innerarity plantea que la decisión de confiar en una máquina en lugar de un humano refleja problemas más profundos en la sociedad. La antropomorfización de la IA es un error, según él, ya que la mayoría de los robots no tienen forma humana.
Mercedes Siles, catedrática de Álgebra en la Universidad de Málaga, utiliza una metáfora para describir la IA como una caja que puede crear dependencia emocional. Además, advierte que los algoritmos pueden reproducir sesgos y que es crucial hablar de la ética de los algoritmos. Vergara añade que en América Latina, la situación es aún más complicada debido a las desigualdades estructurales.
En agosto de 2024, el Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial se convirtió en el primer marco jurídico mundial para la IA, recordando a los gobiernos de la Unión Europea que la seguridad y los derechos fundamentales son esenciales. Sin embargo, la implementación de este reglamento es gradual y la falta de formación y comprensión sobre la IA es alarmante para expertos como Siles.
Innerarity concluye que antes de discutir normativas, es fundamental entender qué significa realmente la inteligencia artificial y qué futuro están modelando estas tecnologías. Sin una comprensión adecuada, cualquier regulación podría ser ineficaz o arbitraria.
Fuente: El diario dela revolución digital
