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La espeluznante verdad detrás de “El Conjuro”: La pesadilla de la familia Perron

La Paz, 23 de septiembre 2024(ATB Digital).- La familia Perron enfrentó un auténtico infierno en su hogar de Rhode Island. La película “El Conjuro” retrata esta experiencia aterradora, pero ¿cuáles fueron los sucesos reales que ocurrieron en esa casa maldita?

El terror puede manifestarse de muchas formas, pero pocas son tan inquietantes como la historia de la familia Perron en su casa de Rhode Island. “El Conjuro” no solo revive sus momentos más aterradores, sino que también se basa en una realidad que, para muchos, parece demasiado escalofriante para ser cierta.

La residencia de los Perron, un antiguo caserón de 14 habitaciones en la campiña de Rhode Island, escondía un legado oscuro que los habitantes nunca habrían imaginado.

En 1971, cuando Roger y Carolyn Perron se mudaron allí con sus cinco hijas, no podían anticipar que su vida se convertiría en una serie de eventos marcados por el miedo, los espíritus y la desesperación. Ruidos inexplicables, olores nauseabundos y objetos que desaparecían sin razón se volvieron parte de su rutina diaria.

Años más tarde, Hollywood transformó esta aterradora vivencia en una de las franquicias más exitosas del cine de horror: The Conjuring. Sin embargo, muchos espectadores ignoran que, detrás de la dramatización y los efectos especiales, se encuentra una historia real de sufrimiento, miedo y obsesión, protagonizada por la famosa pareja de investigadores paranormales: Ed y Lorraine Warren.

Un Caserón Maldito

Todo comenzó en enero de 1971, cuando los Perron se instalaron en su nuevo hogar. El terreno, rodeado de misterio, había sido testigo de tragedias a lo largo de ocho generaciones.

Con el tiempo, la familia empezó a notar cosas extrañas: olores raros que llenaban las habitaciones, objetos que desaparecían y, lo más inquietante, sombras fugaces que parecían moverse en la casa. “Al principio pensamos que eran imaginaciones”, comentó Andrea Perron, una de las hijas, “pero pronto nos dimos cuenta de que no estábamos solos”.

La casa, que había pertenecido a la misma familia durante siglos, llevaba consigo una historia de tragedia. Muertes prematuras, suicidios y desapariciones habían dejado una huella imborrable en sus cimientos. Sin embargo, la figura más perturbadora que surgió de este pasado sombrío fue Bathsheba Sherman, una mujer que habitó la propiedad en el siglo XIX y que, según la leyenda, fue acusada de brujería.

La Leyenda de Bathsheba

Bathsheba Sherman se convirtió en una de las figuras más temidas de la historia de la casa. Los vecinos la consideraban malvada y peligrosa, y se rumoraba que había sacrificado a su propio hijo en un oscuro ritual satánico, lo que le valió el desprecio social y la sospecha de haber hecho un pacto con el diablo.

Aunque nunca fue juzgada, los residentes del pueblo creían que Bathsheba era responsable de las desgracias que ocurrían a quienes se acercaban a su hogar.

Para la familia Perron, su presencia no era solo un cuento del pasado. Carolyn Perron, la madre, afirmaba que Bathsheba la atormentaba constantemente, apoderándose de su cuerpo en momentos de debilidad. Los ataques espirituales aumentaron, lo que llevó a la familia a buscar ayuda.

Los Warren al Rescate

Fue entonces cuando entraron en escena Ed y Lorraine Warren, la famosa pareja de investigadores paranormales que ya habían abordado varios casos de posesión y actividad demoníaca. Ed, un demonólogo autodidacta, y Lorraine, una médium que decía comunicarse con los espíritus, visitaron la casa en múltiples ocasiones a lo largo de los años. Su diagnóstico fue contundente: la casa estaba infestada de espíritus malignos, siendo Bathsheba la entidad principal.

En una de sus visitas, Lorraine llevó a cabo una sesión de espiritismo que terminó de forma caótica. Carolyn, en un estado de trance, comenzó a levitar y a hablar en una lengua desconocida, con una voz que no era la suya. Fue lanzada violentamente a través de la habitación. “Nunca vi algo así antes”, recordó Lorraine años más tarde. No obstante, la familia, por razones económicas, no pudo abandonar el hogar de inmediato y continuó allí hasta mediados de la década de 1980.

Un Terror Inmortal

La experiencia de los Perron dejó una marca indeleble en la memoria de los Warren. Aunque la familia finalmente escapó del caserón tras años de sufrimiento, las huellas del miedo perduraron en ellos, especialmente en Andrea, quien más tarde escribió una serie de libros narrando los horrores vividos.

La casa de Rhode Island aún existe, y su actual propietaria asegura que los fenómenos paranormales continúan. Mientras tanto, la leyenda de Bathsheba y la de los Warren han sido inmortalizadas en el cine, con The Conjuring generando millones en taquilla.

La veracidad de los hechos sigue siendo objeto de debate. Algunos escépticos sostienen que los Warren exageraron o incluso inventaron gran parte de los eventos para ganar notoriedad. Sin embargo, para la familia Perron, los horrores vividos en aquella casa fueron auténticos, demasiado reales.

A lo largo de los años, las historias de posesiones, fantasmas y espíritus demoníacos han cautivado a millones en todo el mundo. La película El Conjuro no solo refleja esa fascinación por lo paranormal, sino que también sirve como un recordatorio de que, en ocasiones, la realidad puede ser más aterradora que la ficción.

Fuente: Infobae

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