Mundo, 10 de dic 2024 (ATB Digital).- La cultura Clovis, una de las más antiguas documentadas en América, se extendió hace aproximadamente 13.000 años desde el norte hacia el sur del continente. Famosos por sus herramientas de piedra distintivas con puntas acanaladas, de ellos se sabe que fueron expertos cazadores, capaces de aprovechar al máximo los recursos naturales para adaptarse a diversos paisajes y climas.
Durante este mismo período de la prehistoria, los individuos de este grupo humano tuvieron que convivir con una megafauna formada por mamuts, bisontes gigantes y alces que habitaban las vastas llanuras y bosques. Y con respecto a los primeros, ahora extintos, se ha descubierto que fueron un recurso alimenticio esencial en la dieta de los Clovis.
Berta Erill Soto
Así lo demuestra un nuevo estudio publicado en la revista Science Advances, que ha aportado la primera evidencia directa de dependencia de la megafauna por parte de estos antiguos pobladores americanos: de hecho, el hallazgo revela que no solo se nutrían con carne de mamuts -rica en grasas y proteínas- sino que además utilizaban sus huesos y pieles para herramientas y refugios.
el mamut, un recurso estable en la dieta de los clovis
Utilizando análisis de isótopos estables en restos óseos de un niño Clovis de 18 meses hallado en la actual Montana (Estados Unidos), los científicos lograron reconstruir la dieta de su madre, revelando que aproximadamente el 40% de su alimentación provenía de mamuts, mientras que el otro 60% habría consistido en la ingesta de otros animales grandes como bisontes y alces.
Pero lo más interesante de esto quizás sea que los pequeños mamíferos y las plantas, anteriormente considerados posibles componentes importantes de su menú, jugaron un rol secundario. James Chatters, coautor del estudio, señaló que “esto confirma que la megafauna dominaba los sitios de Clovis, y que sus armas eran extremadamente eficaces para cazar grandes presas”.
La movilidad de estos animales, que migraban grandes distancias, coincidía con el estilo de vida nómada de los Clovis, lo que facilitó su expansión por América. Según Ben Potter, profesor de arqueología en la Universidad de Alaska Fairbanks, “la caza de mamuts proporcionó una forma de vida flexible, permitiendo a los Clovis trasladarse a nuevas áreas sin depender de recursos locales más pequeños y variables”.
Asimismo, los isótopos mostraron que la dieta de los Clovis era comparable a la de depredadores especializados como el gato cimitarra (Homotherini), lo que subraya todavía más su papel como cazadores de élite.
El papel de los Clovis en la extinción del mamut
El estudio también sugiere que la intensa explotación de la megafauna pudo haber contribuido a su extinción. Y es que a medida que los cambios climáticos reducían los hábitats adecuados para estos grandes animales, su vulnerabilidad frente a los eficaces cazadores humanos aumentaba: “Teníamos la combinación de una cultura de caza altamente sofisticada, perfeccionada durante milenios en Eurasia, enfrentándose a poblaciones de megafauna bajo estrés ambiental”, afirmó Chatters.
Así, los hallazgos no solo iluminan las prácticas de subsistencia de estos antiguos pobladores, sino que también abren nuevas preguntas sobre cómo la interacción entre humanos y animales moldeó la historia ambiental y cultural de América.
Tal y como señala Ben Potter, “esta movilidad y especialización cazadora se alinea perfectamente con lo que vemos en su tecnología y patrones de asentamiento, marcando a los Clovis como pioneros de la supervivencia en un mundo en transformación”.
FUENTE: MEDIOS INTERNACIONALES