El 20 de enero de 1961, John F. Kennedy asumió la presidencia de los Estados Unidos, en una histórica ceremonia en Washington D.C. A los 43 años, Kennedy se convirtió en el presidente más joven de la historia del país. Su discurso inaugural, caracterizado por su llamado al servicio público y a la unidad, dejó una profunda marca en la política estadounidense y en el mundo entero.
Durante su mandato, Kennedy impulsó importantes reformas en áreas como los derechos civiles, la exploración espacial y la economía, destacándose también por su liderazgo durante la Crisis de los Misiles en Cuba y su visión para la creación de una “Nueva Frontera”, un programa destinado a promover el bienestar y la justicia social.
A pesar de su corta presidencia, que se vio trágicamente interrumpida por su asesinato en 1963, el legado de John F. Kennedy sigue vigente. Su figura continúa siendo un símbolo de esperanza, cambio y compromiso con los ideales democráticos.
Hoy, recordamos la histórica toma de posesión de John F. Kennedy como una efeméride que marcó un hito en la historia política mundial.