Mundo, 4 de agosto 2025 (ATB Digital).- La ciudad de Guayaquil, considerada una de las urbes más peligrosas de Ecuador y Latinoamérica, perdió un 22 por ciento de turistas extranjeros por la crisis de seguridad, reveló hoy un medio local basado en dos estudios académicos.
Según los análisis de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), compartidos en el portal digital Primicias, la conocida como Perla del Pacífico recibió apenas 433 mil turistas extranjeros en 2024, en un contexto marcado por el auge del crimen organizado.
Los análisis muestran que los turistas extranjeros llegan a la ciudad con miedo, toman precauciones extremas durante su estancia y luego se marchan con alivio y con el reconocimiento a la calidad de la experiencia en lugares como Las Peñas o el Malecón 2000.
La designación de Guayaquil como uno de los destinos más violentos del mundo no solo aleja visitantes, sino que debilita la confianza en los operadores locales, las aerolíneas y los organizadores de eventos internacionales.
Desde el sector privado, Holbach Muñetón, presidente de la Cámara de Turismo de Guayas, exige una estrategia nacional urgente que combine seguridad real con recuperación de reputación.
A su juicio, la decisión de viajar ya no depende solo de la belleza de un destino, sino de las noticias que lo rodean, y las de Ecuador no generan confianza.
Aunque los índices de seguridad han mejorado en las zonas turísticas, persiste un temor generalizado, incluso entre los propios residentes, que les impide a los guayaquileños disfrutar de su ciudad, declaró Muñetón.
Datos de Naciones Unidas indican que entre 2019 y 2024, Ecuador perdió el 40 por ciento de sus visitantes internacionales y un 18,7 por ciento de sus ingresos turísticos.
En los primeros seis meses de 2025, Ecuador registró más de cuatro mil 500 homicidios, de acuerdo con los números oficiales.
Especialistas consideran que, de seguir esa tendencia, este año concluirá como el más violento de la historia reciente.
El Gobierno insiste en que enfrenta un conflicto armado interno desde enero de 2024, cuando el presidente Daniel Noboa declaró la guerra a las bandas delictivas.
Pese a los numerosos decretos de estados de excepción y el compromiso de las autoridades de enfrentar el crimen, los homicidios siguen al alza y la población exige respuestas.
Fuente: Prensa Latina