Mundo, 28 de nov 2025 (ATB Digital).- En el competitivo escenario de la inteligencia artificial, la alianza entre OpenAI y Microsoft se ha convertido en una de las colaboraciones más observadas del sector. Nuevos documentos filtrados arrojan luz sobre los aspectos financieros de esta relación, revelando cifras que muestran no solo un crecimiento vertiginoso, sino también interrogantes sobre la sostenibilidad de este modelo de negocio.
En 2024, Microsoft habría recibido 493,8 millones de dólares de OpenAI como parte de un acuerdo de reparto de ingresos. Solo en los primeros nueve meses de 2025, esa cifra se habría disparado a 865,8 millones, según documentos a los que tuvo acceso el analista Ed Zitron. La clave está en un acuerdo que estipula que OpenAI comparte un 20% de sus ingresos con Microsoft, como parte de la inversión de más de 13.000 millones de dólares que realizó la empresa de Redmond en la startup de IA.
Reparto de ingresos en ambas direcciones
Lo interesante es que la relación financiera no va en una sola dirección. Según fuentes citadas por TechCrunch, Microsoft también devuelve a OpenAI cerca del 20% de los ingresos que obtiene a través de Bing y del Azure OpenAI Service, plataformas que operan gracias a la tecnología de OpenAI. Sin embargo, la cifra revelada en los documentos filtrados se refiere únicamente al ingreso neto que Microsoft recibe de OpenAI, sin incluir lo que ésta última recibe por royalties.
Microsoft, por su parte, no detalla públicamente cuánto gana específicamente con Bing ni con los servicios basados en OpenAI, por lo que calcular el flujo total de dinero entre ambas compañías se convierte en un rompecabezas financiero. Aun así, se puede inferir que OpenAI generó como mínimo 2.500 millones de dólares en 2024 y 4.330 millones en los primeros tres trimestres de 2025, basándose en el 20% que correspondería a Microsoft. Sin embargo, otras estimaciones, como las de The Information, sitúan los ingresos de OpenAI en 2024 cerca de los 4.000 millones, y solo en la primera mitad de 2025 ya habría alcanzado los 4.300 millones.
Un crecimiento que también implica enormes costes
Más allá de los ingresos, la verdadera historia se encuentra en los gastos. Según Zitron, OpenAI habría desembolsado alrededor de 3.800 millones de dólares en inferencia durante 2024. Esta cifra —que hace referencia al coste de ejecutar los modelos de IA entrenados para generar respuestas— se habría más que duplicado en 2025, llegando a los 8.650 millones solo en los primeros nueve meses.
Esto sugiere que la empresa podría estar gastando más en operar sus modelos que lo que ingresa por su uso. Es como tener una flota de taxis autónomos que necesita millones al mes solo para circular, sin que los ingresos por pasajero alcancen a cubrir todos esos gastos operativos. Esta situación alimenta el debate sobre una posible «burbuja de la IA» que inquieta tanto a inversores como a empresas que apuestan fuerte por el sector.
Computación: el talón de Aquiles de la IA generativa
La dependencia de OpenAI de la infraestructura de Microsoft Azure para ejecutar sus modelos ha sido clave en su crecimiento, pero también en sus costes. Aunque recientemente la empresa ha diversificado sus proveedores, firmando acuerdos con CoreWeave, Oracle, AWS y Google Cloud, gran parte de su actividad sigue pasando por Azure. Y mientras que el entrenamiento de modelos (el proceso inicial de aprendizaje) es cubierto parcialmente con créditos otorgados por Microsoft —es decir, un gasto no necesariamente en efectivo—, el uso real de los modelos (la inferencia) sí representa un gasto en efectivo sustancial.
Este gasto en inferencia es lo que mantiene las luces encendidas, y es especialmente importante porque es lo que sostiene productos como ChatGPT, Copilot o cualquier API basada en sus modelos. Cada vez que un usuario hace una pregunta o una empresa utiliza la API, se consume capacidad computacional, y eso cuesta dinero real.
¿Un modelo de negocio sostenible?
La pregunta que se empieza a plantear es si el modelo económico de OpenAI puede sostenerse en el largo plazo. Aunque su CEO, Sam Altman, ha afirmado recientemente que los ingresos anuales podrían superar los 20.000 millones de dólares en ritmo de crecimiento, también admitió que el objetivo podría escalar a los 100.000 millones en 2027. Sin embargo, si los gastos operativos siguen creciendo a este ritmo, el riesgo de que los ingresos no cubran los costos podría poner en entredicho el equilibrio financiero.
El dilema no es exclusivo de OpenAI. Todo el ecosistema de startups y grandes tecnológicas que invierten en inteligencia artificial está observando con atención estas cifras, preguntándose si las apuestas multimillonarias actuales están justificadas por el retorno esperado. Es como construir una autopista futurista sin saber aún si pasarán suficientes coches para pagar su mantenimiento.
El hecho de que ni Microsoft ni OpenAI hayan querido comentar públicamente sobre estos datos añade un componente de incertidumbre que no ayuda a calmar las especulaciones.
Perspectivas para el futuro del sector
Lo que reflejan estos documentos filtrados es una carrera acelerada por dominar un sector que está transformando industrias enteras, pero cuyos costes estructurales aún no están totalmente bajo control. Y aunque las cifras de ingresos de OpenAI son impresionantes, el ritmo de gasto, especialmente en computación, puede convertirse en un factor limitante para la expansión sostenida del modelo de negocio.
La industria tecnológica ha vivido otras etapas de crecimiento desmesurado seguidas por ajustes necesarios. En este contexto, el caso de OpenAI funciona como un termómetro para medir el verdadero estado de madurez de la inteligencia artificial comercial.
Fuente: WWWHATSNEW
