La Paz, 29 jul 2020 (ATB Digital).- La afamada creadora de la saga Harry Potter se ha valido el respeto y la admiración de miles de jóvenes en todo el mundo y el agradecimiento de muchos padres que han visto cómo sus hijos han cultivado gracias a ella la sana afición de leer.
Sin embargo, las luces y sombras de Rowling se han visto contrastadas con las recientes declaraciones hechas por la escritora acerca de la transexualidad. Haciendo una extrapolación sesgada de sus propias vivencias, la aplaudida creadora ha contestado con ironía a un artículo que denominaba a las mujeres como “personas que menstrúan”. Esto ha provocado críticas y ha ofendido a numerosas personas de diversas sensibilidades.
¿Cuál es el problema?
El artículo se refería a la creación de un mundo más igualitario para “las personas que menstrúan” a lo que Rowling respondió, no sin ironía, haciendo ver que se le olvidaba la palabra “women”. La escritora comentó: “solía haber una palabra para esas personas” dando a entender que únicamente las mujeres menstrúan y, al mismo tiempo, que únicamente las personas que menstrúan son mujeres.
La polémica está servida porque los colectivos de personas transgénero se han visto obligados, una vez más, a salir en defensa de su diversidad de condiciones y a explicar la realidad de la identidad de género como realmente es. El problema está, como suele ocurrir en estos casos, en la simplificación de los géneros a los dos únicos que muchos entienden, el hombre con su masculinidad y la mujer con sus elementos femeninos para que la definan como tal. Polarizando la situación de este modo se deja fuera a muchas personas que no encajan en estas tradicionales y limitadas definiciones.
La sociedad se organiza de forma común en estos dos polos muy marcados creando problemas evidentes a las personas transgénero en multitud de ocasiones. Son muchos los casos conocidos que podemos mencionar, como el de la atleta Caster Semenya, sin embargo, en ocasiones son más indignantes los pequeños ejemplos anónimos que se repiten de forma cotidiana.
¿Qué opina la comunidad trans?
De una forma generalizada, la imagen que ha dado la escritora es la de una persona que no termina de comprender la diferencia entre sexo y género como tampoco asimila de forma muy acertada la diferencia entre homosexualidad y transgénero.
La realidad es que una cosa no tiene nada que ver con la otra y que en la sociedad podemos encontrar a numerosos hombres transexuales que, sin embargo, menstrúan, así como a mujeres a las que su cuerpo no les ofrece esta oportunidad biológica. En este último caso no es necesario buscar entre el colectivo transexual ya que cualquier mujer de cierta edad o con ciertos condicionantes hormonales puede perder su menstruación sin dejar por ello de ser tan mujer como cualquiera.
Lejos de rectificar sus ofensivas declaraciones, Rowling ha salido a defenderlas bajo el manto de un pasado de agresiones machistas. Un argumento que empeora sin duda la situación al asociar elementos desconectados entre sí.
(Fuente: Adriana Bell)