La Paz, 8 oct 2021 (ATB Digital).- El alcalde de La Paz, Iván Arias, descartó sumarse al paro nacional convocado por cívicos para este lunes 11 de octubre y anunció que la Asamblea de la Paceñidad será la que defina “una medida propia” en contra del proyecto de ley contra las ganancias ilícitas.
“Arias descartó sumarse al paro cívico convocado en Santa Cruz para este lunes”, citó la Agencia Municipal de Noticias (AMN), dependiente del gobierno local de La Paz.
Sin embargo, el texto señala que Arias dijo que el gobierno del presidente Luis Arce debe gobernar para “todos los bolivianos”, ya que su mandato no le da “carta libre” para hacer lo que quiera. “Los bolivianos queremos reconciliación”, dijo Arias y condenó la confrontación.
Sin embargo, el alcalde anunció que la Asamblea de la Paceñidad, convocada para el lunes, definirá el curso de eventuales protestas contra las medidas del Gobierno. “Estamos convocando el lunes a las 09.00 a una Asamblea de la Paceñidad, ahí definiremos la estrategia que vamos a tomar para resistir y rechazar la ley de legitimación de ganancias ilícitas. Los sectores nos han pedido que analicemos la medida y definamos una estrategia propia”, explicó Arias, citado por AMN.
El 1 de octubre, parte de la dirigencia cívica de todo el país se reunió para evaluar medidas en contra de ese proyecto de ley y estableció, con la participación de políticos de oposición al Gobierno, un paro nacional para el lunes 11 de octubre.
Entre los argumentos que expuso la reunión está una presunta persecución política y la aprobación de leyes “en contra del pueblo”. Una de las normas en cuestión es el proyecto de ley contra las ganancias ilícitas aprobado en grande y en detalle en la Cámara de Diputados y pospuesto en la de Senadores.
Al menos 10 sectores se pronunciaron en contra de ese proyecto de ley, entre los que se encuentra la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), la Asociación Nacional de Periodistas (ANP), la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), gremiales, transportistas e iglesias evangélicas.
Fuente: La Razón