La Paz, 01 abril 2022 (ATB Digital).- La agente chilena Ximena Fuentes, en el comienzo de la presentación de los alegatos orales por las aguas del Silala, en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, afirmó que “Chile no tiene ninguna objeción a que Bolivia desmantele los canales” artificiales construidos en el Siglo XX para el flujo de ese recurso hídrico al vecino país.
Fuentes hizo esa declaración en el momento que explicaba, según su versión, la “tesis de Bolivia” en esta disputa por las aguas del Silala, que llegó hasta la CIJ después de que Chile presentara una demanda en 2016 para que ese recurso hídrico, que nace en manantiales del territorio boliviano, sea reconocido como un “río” de curso internacional.
La tesis de Bolivia es “en el sentido de que el agua subterránea fluye pendiente abajo a Chile, pero que debido a los trabajos de canalización, construidos en el territorio boliviano (…) en 1928, ahora pueden fluir canal abajo como aguas superficiales en vez de como aguas subterráneas”, sostuvo.
Sin embargo, remarcó que “sería manifiestamente contrario al derecho internacional” que Bolivia afirmara tener soberanía exclusiva respecto de esas “aguas subterráneas que fluyen a Chile”.
Aunque, “según Bolivia, una vez que el agua subterránea fluye a la superficie debido al efecto del drenaje, de los trabajos de canalización en territorio de Bolivia, (se) convierte en agua artificial, respecto de la cual Bolivia puede reivindicar soberanía exclusiva. (Pero) esa posición, con todos los respetos, es evidentemente inadmisible”, insistió.
No obstante, más adelante también dijo que “todas las partes están de acuerdo en que, ya sea como aguas subterráneas o como aguas de superficie, las aguas del Silala, con la salvedad de un mínimo de evaporación, fluyen pendiente abajo hasta Chile”.
Y “este es el telón de fondo para la propuesta de Chile a Bolivia de junio de 2019 respecto de los términos de una solución a la que no recibió respuesta alguna de Bolivia. En esa propuesta de solución, las partes habrían reconocido que ambas partes tienen derecho al uso equitativo y razonable del río Silala, y que Bolivia puede desmantelar los canales como le parezca oportuno”, afirmó.
Pero “desearía hacer algunas observaciones respecto a esta última cuestión: como sabe la Corte, Bolivia aduce que los canales excavados en su territorio generan lo que denominan un flujo artificial de aguas de superficie, (sin embargo) su afirmación respecto al flujo artificial carece de cualquier base del derecho internacional y también carece de cualquier base objetiva coherente”, añadió.
Además, según remarcó en su intervención, “no fue Chile quien autorizó la construcción de los canales en territorio de Bolivia, ni tampoco pide que se conserven”.
Pues, aseguró que todas las aguas del “río Silala”, menos las pérdidas mínimas por evaporación, fluyen de Bolivia a Chile debido a la topografía natural del terreno, “ya sea como flujo de superficie o como flujo subterráneo, (y) Chile no tiene ninguna objeción a que Bolivia desmantele los canales”.
Incluso, en ese sentido, subrayó que Chile ha dejado claro en sus alegaciones escritas esa postura y que ahora “no duda en reiterar que si la eliminación de los canales, que naturalmente se llevará a cabo con el debido cuidado (de) Bolivia, lleva a una reducción de los flujos de agua superficial en Chile o a una reducción cualquiera en la calidad del agua, esto por sí mismo no vulneraría las obligaciones de Bolivia respecto del río Silala como curso de agua internacional”.
Asimismo, indicó que en su dúplica, Bolivia ha manifestado su preocupación a efectos de que Chile, de alguna manera, presentaría objeciones al desmantelamiento de los canales o defienda una protección de los actuales usos.
Pero “Chile ya ha aclarado este punto (…) en sus alegaciones adicionales (…) que una reducción, de haberla, del flujo de superficie (…) resultante del desmantelamiento de los canales en Bolivia, no se consideraría como una vulneración del derecho internacional consuetudinario, a no ser que se vieran afectadas de alguna manera las obligaciones que Bolivia ha aceptado”, puntualizó.
La fase de los alegatos orales continuará el próximo lunes con la exposición de la delegación boliviana y esta última etapa, antes de la emisión del fallo de la CIJ que se prevé para los próximos meses, concluirá el 14 de abril.
(La Razón)