Santa Cruz, 02 de junio (ATB Digital).- Una familia en San José de Chiquitos vive una de sus peores pesadillas después que su hija 14 años fue abusada sexualmente y su madre maniatada e intimidada por haber denunciado al médico del hecho, mismo que trabaja en el hospital de dicho municipio.
La denunciante, Judith M. C. V., madre de cinco hijos que sobreviven de la agricultura junto a su esposo, denunció haber sido atacada por desconocidos que ingresaron a su vivienda y la dejaron maniatada colocándole un trapo en la boca para que no gritara. La víctima cree que es en represalia por haber denunciado a la Policía sobre el presunto abuso sexual de su hija de parte de un profesional médico de iniciales J. G. F.
Su odisea comenzó el 28 de abril, cuando junto a su esposo viajó a Potosí. Dejaron a tres hijos en San José de Chiquitos a cargo de la mayor de 14 años. El motivo de su viaje fue que su padre, de 87 años, estaba delicado de salud.
Al día siguiente de haber llegado a su destino, los padres recibieron la llamada de su hija, quien le contó que el galeno habría procedido a manosearla incluso utilizando los dientes para tocarla y que, para su cometido, sacó a sus hermanos de la habitación a jugar al patio.
La mujer comentó que solía ir al hospital donde trabajaba este médico para hacer ver a su hija que a veces padecía de dolores. El ataque a la mujer se dio después que el médico fue citado a declarar acerca de la denuncia interpuesta contra él.
“Calladita te ves más bonita, ¿para qué hurgaste el hormiguero?, te pasaste de lista, tus hijos pagarán las consecuencias. Me hacía dar vueltas y me manoseaba y me decía esto se llama manosear”, dijo, en su declaración, la madre.
Agregó que estuvo amarrada por casi una hora y se desató como pudo para pedirle ayuda a una chica que cruzaba por la calle y ella avisó a sus vecinos que la auxiliaron.
En primera instancia, el médico denunciado fue llevado ante la juez Zarita Moruno, quien otorgó medidas sustitutivas en favor del denunciado debido a que este demostró trabajo, familia y domicilio.
Después, el fiscal asignado al caso, Juan Carlos Crispín, apeló la determinación judicial y, de momento, la denuncia quedó en la impunidad. La familia teme que cobren nuevamente represalias contra ellos.
Vía: Opinión