La Paz, 10 de agosto 2022 (ATB Digital).- Falleció el último testigo que pudo conocer la ubicación de los restos de Marcelo Quiroga Santa Cruz, el coronel de las Fuerzas Armadas Roberto Meleán. Perdió la vida este miércoles a sus 82 años por complicaciones de la fractura de cadera que sufrió en un accidente.
Estaba internado en el hospital Cossmil (Corporación del Seguro Social Militar) de La Paz.
Después del fallecimiento, su abogado, Frank Campero, informó que el Ministerio Público se brindó conoció que Meleán era el último cómplice que tenía conocimiento de la ubicación de los restos del líder socialista, desaparecidos desde el asalto militar de la Central Obrera Boliviana (COB).
Quiroga santa Cruz fue secuestrado y torturado el 17 de julio de 1980 por militares bolivianos y paramilitares argentinos, que luego lo asesinaron. Fue el día del golpe del general Luis García Meza.
Hasta la fecha lo único que se conoce es que el cadáver del líder del Partido Socialista (PS-1) fue retirado por los paramilitares y llevado a la hacienda San Javier, en Santa Cruz, propiedad del exdictador Hugo Banzer Suárez; la Fiscalía realizó las pesquisas en la hacienda y no encontró ningún resto.
La Comisión de la Verdad —que investigó la violación de derechos humanos de las dictaduras del 4 de noviembre de 1964 al 10 de octubre de 1982— supo, a través de nuevas investigaciones, de otra hipótesis, “la más solida”: el cuerpo de Quiroga Santa Cruz fue enterrado en el Cementerio General de La Paz con un nombre falso.
Meleán fue sentenciado a 30 años de prisión en la cárcel de Chonchocoro, señalado como el responsable principal del asesinato y la desaparición de Renato Ticona, durante la dictadura militar de García Meza (1980-1881). En 2015, la Fiscalía General del Estado instruyó la apertura del proceso investigativo por su participación en el asesinato del padre Luis Espinal Camps.
Durante la toma de declaraciones en 2015, Meleán reveló que el general Jaime Niño de Guzmán y el coronel Freddy Quiroga Reque son los dos autores intelectuales de la muerte del padre jesuita Luis Espinal Camps, hecho que cometieron para evitar que se publique en el semanario Aquí actos de corrupción sobre un negociado con aviones Hércules.
Fuente: La Razón