Estados Unidos, 07 de septiembre 2022 (ATB Digital).- El exfiscal general de Estados Unidos William Barr dijo hoy que el Departamento de Justicia está “muy cerca” de tener pruebas suficientes para acusar al expresidente Donald Trump.
Los investigadores del gobierno deben considerar si podrán presentar un caso «técnico» contra Trump por su manejo de documentos sensibles que el Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) encontró en su casa de Mar-a-Lago el mes pasado, opinó Barr en declaraciones a la cadena Fox.
La otra cuestión a tener en cuenta es lo que supondría para el país y el precedente que sentaría imputar a un expresidente, comentó.
Por eso el exfuncionario señaló que el citado departamento, aunque esté bajo presión para que interponga una acusación contra el exmandatario, debe tomar en cuenta esos factores al momento de tomar su decisión.
Una jueza federal aprobó el lunes la solicitud de Trump de nombrar un perito para revisar los documentos incautados por el FBI en su residencia de Florida el pasado 8 de agosto.
El supervisor especial independiente se encargará de determinar si los materiales que se llevó el exmandatario de la Casa Blanca están protegidos por el privilegio abogado-cliente o ejecutivo.
La inusual decisión de incorporar este perito al caso ha desatado críticas contra la jueza de distrito Aileen Cannon, quien fue nombrada por Trump en 2020, pocos meses antes de dejar el cargo.
En su fallo, la magistrada consideró que el magnate “retiene algunos privilegios ejecutivos después de terminar su mandato”.
El periódico The Washington Post publicó la víspera que los agentes del FBI encontraron en la propiedad de Trump “un documento que detalla las capacidades nucleares de un gobierno extranjero y otras defensas militares”.
La confirmación del hallazgo -otro elemento en esta trama- corroboró una revelación previa del diario en la cual indicó que el FBI buscaba material con información nuclear en Mar-a-Lago, algo que Trump desestimó y calificó de «engaño».
La noticia del registro del FBI en la propiedad de Trump -el primero dirigido a un expresidente en la historia del país- provocó una gran conmoción política en Washington y sus consecuencias aún están por ver.