El departamento que más embarazos registra en el rango de 15 a 19 años es Santa Cruz, con 6.951 casos; le siguen La Paz, con 3.403; Cochabamba, 3.204; Potosí, 1650; Beni, 1591; Chuquisaca, 809, Oruro, 724; Tarija, 612 y Pando, 331. En cuanto a menores de 15; Santa Cruz encabeza con 538 casos; Beni, 203; Cochabamba, 145; La Paz, 115; Potosí, 80; Chuquisaca, 52; Tarija, 31; Pando 27 y Oruro, 13.
En promedio, son 19 embarazos adolescentes que se registran cada día en el territorio nacional; el dato más preocupante es que, de ese total, cinco corresponden a menores de 15 años.
El estudio MILENA del Ministerio de Salud y Deportes y el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) realiza una comparación entre las madres adolescentes (mujeres que tuvieron un hijo/a entre los 10 a 19 años) y las madres adultas jóvenes (mujeres que tuvieron un hijo/a entre los 20 a 29 años) y analiza los costos de oportunidad y el impacto socio-económico del embarazo no intencional en la adolescencia.
El estudio refleja como el embarazo en la adolescencia y una maternidad temprana impactan definitivamente en el desarrollo social y económico de las mujeres bolivianas. Sus efectos y/o impactos generan inconvenientes y se extienden tanto a nivel individual (a través de su nivel de educación alcanzado, participación laboral e ingresos laborales actuales y futuros) como también a nivel agregado (prestaciones de servicios de salud y recaudación de impuestos de manera directa e indirecta).
Por tal motivo el embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana no solo pueden resultar perjudiciales para el desenlace personal de las niñas y/o adolescentes y su entorno familiar, sino que también generan costos a nivel agregado que podrían ser evitados con un programa de prevención de embarazos en adolescentes.
Los costos del embarazo temprano
Según las estimaciones realizadas por el estudio MILENA del Ministerio de Salud y Deportes y el UNFPA, para la gestión 2019, la pérdida de ingresos de las mujeres generadas por el abandono escolar y como consecuencia de la menor capacidad de generar ingresos más altos asociados al embarazo en adolescentes y maternidad temprana (Costo de oportunidad de la Educación), es de USD 153,7 millones.
Por otra parte, la brecha generada por diferencia entre la participación en el mercado de trabajo de las mujeres que fueron madres en la adolescencia y entre aquellas que fueron en la vida adulta joven representa una pérdida de USD 20,2 millones anuales en términos de ingresos generados por la población femenina, según la base de datos procesada de la Encuesta de Hogares (EH 2019) del Instituto Nacional de Estadística.
Según las estimaciones del estudio, la pérdida correspondiente a la brecha de ingresos asociados al embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana (Costo de oportunidad del Ingreso Laboral), es de USD 322,3 millones. En cuanto a las prestaciones de salud asociados al embarazo en adolescentes y maternidad temprana (Gastos de la atención en salud de los embarazos adolescentes), el monto asciende a USD 26,5 millones.
Asimismo, en cuanto a ingresos no percibidos por impuestos directos e indirectos asociados al embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana (Ingresos fiscales no percibidos por impuestos), el monto calculado es de USD 66,6 millones.
Debido a los embarazos en la adolescencia los costos de oportunidad total (ingreso laboral, empleo y actividad laboral) ascienden a USD 373,3 millones, este monto representa el impacto para la Sociedad (Nivel Individual). En cambio, el costo que incurre el Estado (Nivel Agregado) asciende a USD 43,1 millones (Gasto en Salud e ingresos no percibidos por impuestos).
Impacto social del embarazo adolescente
El embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana afecta y cambia totalmente el sentido y oportunidad de vida de las madres jóvenes, provocando un abandono obligatorio de sus metas y objetivos planteados, por la necesidad de afrontar responsabilidades y obligaciones relativas a la maternidad temprana, propiciando un incremento en las brechas e inequidades sociales en el país.
– Quienes han sido madres en la adolescencia presentan un nivel educativo menor
– Quienes han experimentado la maternidad temprana perciben ingresos inferiores
– Quienes han sido madres en la adolescencia detentan mayores niveles de desempleo