Mundo, 20 mar 2023 (ATB Digital).- Un químico usado ampliamente en nuestra vida diaria, ha destacado en un nuevo estudio como causa potencial de la enfermedad de Parkinson. Se trata del tricloroetileno (TCE), el cual ya había estado asociado a un mayor riesgo de cáncer y abortos espontáneos. Sin embargo, su papel en el Parkinson había sido pasado por alto, hasta ahora.
Nueva evidencia
El informe, publicado por el Journal of Parkinson’s Disease, reúne evidencia de hasta qué punto se ha utilizado el TCE en procesos industriales haciendo una revisión de todos los estudios previos que han tratado de relacionar al químico con el Parkinson.
«El TCE es una molécula simple de seis átomos empleada para descafeinar el café, desengrasar las piezas metálicas y lavar la ropa en seco», escriben los autores. «La sustancia química incolora se vinculó por primera vez con el Parkinson en 1969».
El uso de TCE alcanzó su punto máximo en la década de 1970, cuando alrededor de 10 millones de personas en los Estados Unidos habrían tenido contacto con el químico o algo que lo contenga, todos los días. El artículo lista el uso histórico del químico que va desde la producción de pegamentos, pesticidas, tintas, pinturas, joyería, jabones, refrigerantes, anestesia, hasta café descafeinado y tratamientos para la migraña.
Su uso está restringido en la Unión Europea y en algunos estados de EE.UU., pero aún existe una demanda global. Los científicos argumentan que en áreas donde se ha prohibido el químico, las personas siguen expuestas a él debido a la contaminación del agua y el suelo.
Estudios previos apuntan el vínculo del TCE con el Parkinson. En uno de ellos participaron tres trabajadores de una planta industrial y en otro, un mecánico de automóviles. Otro estudio, en el que participaron 198 gemelos realizado en 2011, mostró que los expuestos a TCE tenían cinco veces más probabilidades de desarrollar Parkinson.
Parkinson
A la fecha son muchas las evidencias que demuestran los peligrosos efectos del TCE en animales, aunque aún no se ha podido confirmar cómo se desencadena este vínculo. De acuerdo con los especialistas, esto se debe a diferentes razones. Por ejemplo, que las personas no sepan con qué han entrado en contacto o que estén expuestas a varias sustancias químicas potencialmente tóxicas al mismo tiempo.
«El tiempo entre la exposición y el inicio de la enfermedad puede ser de décadas», escriben los autores. «Si las personas fueran conscientes de su exposición a la sustancia química, la habrían olvidado hace mucho tiempo. Aquellos que trabajaron con el solvente o que vivían cerca de un sitio contaminado pueden haber cambiado de trabajo o mudarse. Esto dificulta la evaluación retrospectiva de posibles grupos».
La presente investigación busca la prohibición definitiva del TCE. Además, se espera alentar a realizar análisis exhaustivos para comprender la relación entre el químico y el Parkinson. Con el aumento de la incidencia de la enfermedad, algo en la vida moderna parece hacernos más susceptibles al Parkinson. Este químico podría ser parte de la respuesta.
«La cantidad de personas con enfermedad de Parkinson se ha más que duplicado en los últimos 30 años y, si no hay cambios, se duplicará nuevamente para el 2040«.
(Robotitus)