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Mensajes claros (y repetidos) sacan ventaja en el debate presidencial en Ecuador: ¿quién ‘ganó’?

Ociel Alí López – El debate presidencial en Ecuador puede haber afianzado las tendencias de los últimos días, en medio de una campaña marcada por la violencia.

Desde que a comienzos de junio se anunció quiénes serían los candidatos presidenciales, hasta hace una o dos semanas las encuestas develaban a una Luisa González (Revolución Ciudadana) que estaba cómoda en el primer lugar de preferencia, duplicando a los más cercanos pretendientes, que se ubicaban sin mucha diferencia entre ellos. Hablamos de Otto Sonnenholzner (Actuemos), de Yaku Pérez (Claro que se puede) y de Jan Topic (Por un País sin miedo). Además del recientemente asesinado, Fernando Villavicencio.

Pero después de una cadena de acontecimientos criminales, las encuestas mostraron un cambio de tendencia en el que Topic venía al alza, mientras que Pérez y Sonnenholzner, estancaban su crecimiento. Luisa se mantenía siempre holgada.

Es posible que el debate haya afianzado estas últimas tendencias. Una Luisa González estable en el primer lugar y un Topic en ascenso, pero ya sobrepasando a sus competidores por el segundo lugar.

Es probable que muchos votantes hayan conocido mejor a Luisa González este domingo, en la diatriba pública en la que se supo blindar de los ataques.

Varios analistas han referido que Topic fue uno de los ganadores del debate debido a su insistencia y ‘performance’ desplegado en el tema de la seguridad, como un anatema imprescindible a su narrativa.

A su vez, González salió bien parada. La única mujer candidata no desarrolló mucho sus propuestas, pero sí desplegó una caracterización propia que le da una identidad, lo que es importante, ya que antes de la campaña no era tan conocida en el ámbito público. Es probable que muchos votantes la hayan conocido mejor este domingo, en la diatriba pública en la que se supo blindar de los ataques.

Si bien lo que se dijo en el debate era más o menos lo esperado, lo que no se dijo va a marcar la recta final de la campaña electoral.

Lo que no se dijo
Primero, la culpabilización al correísmo, o concretamente a su líder, el expresidente Rafael Correa, por el asesinato del candidato Villavicencio, fue un tema excluido, de manera total, por todos los integrantes del debate.

Todas las miradas comprometen al Gobierno del actual presidente, Guillermo Lasso, quien era responsable último de la seguridad de Villavicencio.

Esto es importante, puesto que desde el momento en el que Villavicencio fue asesinado, muchas cuentas, candidatos y medios de comunicación se dieron a la tarea, y muchos lo siguen haciendo, de vincular a las mafias criminales con la izquierda, con el correísmo, etcétera. De hecho, en el entierro del periodista asesinado se escucharon gritos contra Correa.

El debate del domingo dejó claro que esta es una vinculación que no solo es interesada, sino que no es creíble, no causa mella en el electorado correísta y tampoco en el indeciso, ya que todas las miradas comprometen al Gobierno del actual presidente, Guillermo Lasso, quien era responsable último de la seguridad de Villavicencio y muchos protocolos de seguridad fueron rotos por su círculo interno.

Lo otro que se mostró es que, a pesar del minuto de silencio y más allá de algunos discursos que recordaban a Villavicencio y el repudio de su asesinato, el debate fue una acto que conllevó a “pasar la página” sobre el acto criminal ocurrido el miércoles. Todos los candidatos fueron conscientes que la carrera presidencial continúa, que quedan pocos días para lograr el resultado, y por ello se concentraron en hacer su labor, en buscar sus votos, en confrontar ideas. Por lo tanto, el encuentro sirvió para “pasar la página” del shock del acto criminal.

Quiénes ganaron
Dicho esto, lo que estuvo en el debate fue la propuesta de campaña de cada aspirante sin mucho trastrocamiento, en relación a lo que se había visto en las últimas semanas de campaña.

Este tipo de debates no son para analistas ni cientistas políticos, sino que van dirigidos a los electores. Por ende, es lógico que los ganadores sean quienes afilen su discurso para proveer, al elector, de un mensaje claro. Sobre todo por el complejo formato del debate, en el que habían siete candidatos y muchas intervenciones (y contraintervenciones) muy cortas, de pocos segundos, lo que dificulta que el mensaje traspase el ruido que existe en una reunión que se suscita, por primera y última vez, entre todos los candidatos en el mismo salón.

Eso llena el ambiente de dimes y diretes que enlodan la transparencia del discurso unidireccional que acostumbran a ofrecer los candidatos, con tiempos prolongados y con mensajes prediseñados.

Luisa González es una de las grandes ganadoras, porque mandó los códigos encriptados a la base social del correísmo que anhela volver a los tiempos de la Revolución Ciudadana.

En estas circunstancias, importa menos si algún candidato nos parece repetitivo, sin mucha profundidad o con propuestas carentes de viabilidad, e importa mucho más que el mensaje no se pierda en la espesura de la bulla y pueda llegar diáfano al receptor.

Si esto fuera cierto, pues los grandes ganadores del debate serían, por un lado, Luisa González, porque mandó los códigos encriptados a la base social del correísmo que anhela volver a los tiempos de la Revolución Ciudadana. Es una propuesta de “volver a un pasado”, en el que había tranquilidad, crecimiento económico y, sobre todo, paz. Esa básicamente es la propuesta de Luisa. Lo repitió de manera insistente, quizá cansona, pero es un mensaje que iba dirigido a un electorado. Pronto veremos si una cantidad suficiente del electorado comparte su propuesta y logra su objetivo de ganar en primera vuelta.

Por el otro, Jan Topic también ha podido salir victorioso, porque supo enarbolar un discurso que de la misma manera podría caracterizarse de repetitivo, con muchos huecos en la implementación de lo que propone, pero que envía señales que ocupan de manera directa y performativa la principal preocupación que tienen los ecuatorianos en los últimos tiempos: la seguridad, que además está amplificada por los últimos sucesos que vislumbran un país que ya pasó la línea roja.

Ambos discursos arroparon la escena y el resto de candidatos tuvo mucha dificultad para enarbolar discursos entusiasmantes.

Los perdedores del debate
Los grandes perdedores del debate podrían ser quienes se mantenían, hasta hace días, con las mayores opciones de pasar a segunda vuelta: Yaku Pérez y Otto Sonnenholzner, quienes se vieron arropados por estos dos discursos agresivos y contundentes de Topic y González. El caso de Sonnenholzner, quien había permanecido como favorito a pasar a segunda vuelta, fue interpelado desde el resto de candidaturas por su vinculación al gobierno del expresidente Lenín Moreno, en el que fue vicepresidente, y sus repuestas se vieron nerviosas y abrumadas por el nivel de los ataques.

Jan Topic fue otro de los victoriosos, con un discurso que envía señales que ocupan de manera directa y performativa la principal preocupación que tienen los ecuatorianos en los últimos tiempos: la seguridad.

En tanto, Yaku Pérez no pudo darle contundencia a su original enfoque ante los complejos problemas que azotan al país.

También participaron Xavier Hervas del Movimiento Renovación Total (RETO), Daniel Noboa de Acción Democrática Nacional (ADN) y Bolívar Armijos del movimiento Amigo, quienes no sorprendieron lo suficiente como para inferir un cambio en las tendencias, según las cuales, sus probabilidades de pasar a segunda vuelta son escasas.

Queda apenas una semana para los comicios. Lo que en realidad pudo haber impactado el debate solo lo sabremos el próximo domingo. Por lo pronto, queda esperar una última semana infartante en la que Luisa González tratará de convocar una mayoría suficiente para hacerse de la Presidencia el propio 20 de agosto, mientras el resto de candidatos se disputarán su chance para un balotaje.

Ociel Alí López es sociólogo, analista político y profesor de la Universidad Central de Venezuela. Ha sido ganador del premio municipal de Literatura 2015 con su libro Dale más gasolina y del premio Clacso/Asdi para jóvenes investigadores en 2004. Colaborador en diversos medios de Europa, Estados Unidos y América latina.