La Paz, 12 de nov 2023 (ATB Digital). – ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, manifestó que la baja inflación acumulada del país es producto de dos políticas claras: las medidas de incremento a la producción y la subvención.
“La (baja) inflación es producto de las medidas que aplica el Gobierno nacional. Primero las medidas por el lado de la producción con la meta de incrementar la producción de alimentos”, dijo el ministro.
Para tal efecto, Cusicanqui precisó que el gobierno del presidente Luis Arce impulsa diversos programas de riego y acceso al agua.
“Estamos llevando adelante proyectos de riego y eso está permitiendo aumentar la producción y la productividad en algunos productos”, dijo.
El incremento de la producción va de la mano con las políticas de industrialización, que consisten en darle un valor agregado a esta producción. Primero para abastecer el mercado interno, en el marco de la sustitución de las importaciones y también para generar excedentes que se puedan exportar.
El segundo eje que marca la baja inflación acumulada en el país corresponde a las estrategias de subvención en algunos productos.
“Son medidas relacionadas a lo que es la subvención que permitió dar tranquilidad y certidumbre a la población principalmente en los sectores más vulnerables”, precisó el titular de Planificación.
En este ámbito, primero se tiene la subvención a los combustibles. Esta política es cuestionada por algunos sectores de oposición, sin embargo posibilitó que en el país se genere una estabilidad de precios.
Esta política no es reciente. Bolivia aplicó la subvención desde finales de los noventa. No obstante, a fines de 2004, el gobierno de Carlos Mesa hizo algunos ajustes y subió el precio de los combustibles, lo que derivó en una especie de convulsión social; lo mismo ocurrió en diciembre de 2010, cuando el expresidente Evo Morales quiso hacer lo mismo, pero cuatro días después tuvo que retroceder en su medida.
La subvención de los combustibles, en los últimos 10 años, permitió que el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide la tasa de inflación, no sobrepase los dos dígitos.
Pero además hay una especie de subvención en algunos productos como en la harina, arroz y maíz.
Según el gerente de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), Franklin Flores, en esta gestión el Gobierno nacional invirtió Bs 1.352 millones para el acopio de arroz, maíz y trigo.
“Son 1.352 millones de bolivianos que se han destinado al mercado interno a todos los productores arroceros, productores de trigo y productores de maíz para pagar un buen precio por su producción. Nosotros vamos a seguir incentivando de esta manera para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria”, dijo Flores.
Explicó que Emapa compra el quintal de maíz a los productores en Bs 110 y ese mismo quintal es distribuido al sector pecuario en Bs 75. La diferencia es el recurso que inyecta el Gobierno nacional para que ese sector pueda regular su precio y se pueda garantizar el precio justo de la carne de pollo, el huevo y sus derivados.
Con la estabilidad de precios, las familias de escasos recursos son las que más se benefician, aquellas que tienen sus ingresos medidos, y el incremento de algunos centavos desmarca su presupuesto económico.
Lo cierto es que con estas medidas la inflación acumulada en el país a octubre es de 1,48%, posicionando a Bolivia como el país con la tasa más baja de inflación de América del Sur y una de la más bajas a escala mundial.
“En ese marco es que se tienen esos resultados, que son positivos para la población que accede a una estabilidad de precios por tener una de las inflaciones más bajas a nivel mundial, en un contexto internacional en donde los índices de inflación realmente son un problema para las economías avanzadas”, agregó Cusicanqui.
¿Qué es el IPC y cómo se calcula?
El Índice de Precios al Consumo (IPC) mide la variación media de los precios de los bienes y servicios durante un determinado periodo de tiempo.
Este índice se utiliza para medir los cambios en los precios de una canasta cerrada de productos y servicios. Para ello selecciona productos básicos similares al consumo de una familia (alimentos, calzado y textil, carburantes, transporte, etc.).
El cálculo de la inflación mediante el IPC se hace a través de un proceso de tres pasos: cálculo del costo de la canasta de compra, cómputo del índice y cálculo final de la inflación.
El siguiente paso es encontrar los precios actuales y anteriores de los mismos. Los precios se toman de una amplia gama de fuentes, como tiendas minoristas, supermercados, grandes almacenes y sitios web donde los hogares compran.
El IPC es un índice, por lo que hay que definir un año base que sirve como punto de referencia para comparar unos años y otros. El índice se calcula dividiendo el precio de la canasta de bienes y servicios en un determinado año entre el precio de la misma canasta en el año base.
Una vez tenemos el IPC (como índice), se calcula la tasa de inflación (como porcentaje). La tasa de inflación es la variación porcentual del índice de un periodo respecto al anterior. Para calcularla, se puede utilizar la siguiente fórmula: tasa de inflación = [(IPC año 1-IPC año 0) /IPC año 0]*100%.
Fuente: AHORA EL PUEBLO