La Paz, 17 de dic 2023 (ATB Digital).- En ambos casos, las principales causas para la pérdida de los acuíferos son la deforestación, el uso intensivo del agua por la actividad minera y la contaminación. Además de los efectos del cambio climático que se sienten cada vez en episodios prolongados de sequía y temperaturas extremas.
A la fecha, no hay soluciones reales en vista para frenar el destino del Titicaca o para resucitar al Poopó, señalaron los expertos.
Pillco mencionó la deforestación como una de las principales causas de la depresión de los lagos no sólo en las cuencas, sino en todas las áreas boscosas, como la Amazonía, ya que incide en todo el sistema hídrico del país.
Recordó que el clima de la región andina está profundamente unido con el de la Amazonía porque en sus selvas cálidas se genera humedad que es empujada hacia los Andes por los vientos provenientes del océano Atlántico.
Pero la creciente deforestación en la Amazonía provoca menos humedad, que, finalmente, no llega a los Andes, donde se formaban lluvias al chocar con las masas de aire frío.
A esto, se suma el derretimiento de los glaciares, en los últimos años, como consecuencia del cambio climático y la pérdida de sus aguas, debido al desvío continuo de agua para la minería y la agricultura.
Deforestación
Tanto Pillco como Sánchez señalaron que la deforestación se da por el crecimiento de la zona agrícola. “Se ha extendido la frontera agrícola para la producción de la quinua”.
Este año, el nivel del agua del lago Titicaca, el navegable más alto del mundo compartido con Perú, reportó seis centímetros por debajo de su mínimo histórico registrado en 1996, debido a la intensa sequía de este año en Bolivia.
En los últimos 40 años, se reportó un incremento permanente de la evaporación. En el mismo periodo, observaron que la temperatura media de la zona aumentó 1,7 grados. “Según nuestros cálculos, por año se incrementa la evaporación en tres milímetros”, explicó.
Pillco lamentó que no haya proyectos integrales reales para mitigar el deterioro del Titicaca que derivará en su desaparición.
El riesgo de contaminación persiste por los grandes asentamientos humanos, como Huarina, Achacachi, Escoma, Puerto Acosta, población próxima al lago Mayor, incluida Copacabana, uno de los referentes turísticos de Bolivia.
Lago Poopó
Pillco recordó que, en el caso del lago Poopó, en entre 2008 a 2012, se reportó una enorme deforestación de plantas nativas, como la tola y la paja brava. “Esa cobertura fue retirada con tractores, unas 40.000 hectáreas destinadas a sembrar quinua”.
Como consecuencia, se dejó la tierra desértica. “Hemos echado el grito al cielo, pero había una gran desesperación de cultivar quinua por los altos precios que pagaban y se ha rifado el ecosistema. Se cometió una enorme la torpeza porque se anuló una condición física atmosférica y eso es grave”, lamentó Pillco.
Migración
Rocha aseguró que el Poopó es sólo un charco y su destino es irreversible. Además, se refirió a la problemática social de las comunidades que se quedaron sin territorio. “Son 1.500 familias urus que se vieron obligadas a migrar porque su modo de vida dependía del lago, se quedaron sin territorio, sin pesca, sin caza”, sostuvo.
En sus tiempos de esplendor, a mediados de los años 90, el Poopó abarcaba 3.000 kilómetros cuadrados. Decenas de cooperativas de pescadores capturaban toneladas de peces, que comercializaban en los centros mineros de la región andina, pero en 2015 el lago desapareció.
Minería
La actividad minera es otro factor que aniquila a los lagos. Actualmente, hay una intensa explotación en la parte alta del lago Titicaca, de donde extraen minerales tradicionales.
Sánchez mencionó que, alrededor del Poopó, hay unas 160 empresas mineras, que trabajan sin medidas de mitigación ambiental.
Fuente: Eju