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Contrabando de medicamentos pone en riesgo la salud de los niños bolivianos

La Paz, 31 de dic 2023 (ATB Digital).-

Safe & effective for infants 2 months+ (seguro y efectivo para bebés de más de dos meses, traducido al castellano)”, es la promesa de un jarabe para la tos especial para infantes. El envase está entre la oferta de varios medicamentos para niños que se venden libremente en el mercado 10 de Febrero, en la zona noroeste de Cochabamba. Pese a las letras difusas y algunos daños en la caja, está al alcance en un estante mimetizado entre otros productos de cuidado personal. Revisado con detenimiento, el empaque revela un detalle que podría pasar desapercibido, pero que no es nada despreciable: venció hace más de 10 meses. 

La oferta de medicamentos pediátricos ilegales no es aislada, pues no se reduce a un puesto de venta ni a un solo tipo de producto. Al contrario, revela una de las caras menos conocidas del contrabando en Bolivia: la proliferación de circuitos clandestinos que comercializan fármacos de dudoso origen y calidad para niños e, incluso, bebés de meses.  

“Lo suficientemente seguro incluso para los recién nacidos” reza otra leyenda de unas gotas para aliviar los gases de bebés. El medicamento venció en junio de 2023, aunque la fecha apenas puede verse porque está en la parte inferior del envase y es del mismo color que la caja. Al lado, hay un antialérgico en spray, un antiinflamatorio y una crema especial para la dermatitis de los niños. 

La venta de medicamentos de contrabando no es un fenómeno nuevo, ni en Bolivia ni en otras partes del mundo. Es motivo de preocupación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como de otros organismos internacionales, nacionales y locales, desde hace años. Sin embargo, poco o nada se conoce de sus alcances en una población tan específica y vulnerable como los niños. Las estadísticas e informes no suelen discriminar sus datos por el rango etario de los usuarios, una tarea que podría resultar necesaria si se atiende a la existencia de plazas de venta de medicamentos como la del mercado 10 de Febrero.

Este espacio de expendio no está especializado en productos farmacéuticos, para cuya comercialización los vendedores no tienen la autorización respectiva de las autoridades sanitarias locales y nacionales. Los puestos que los ofrecen no son farmacias ni mucho menos, sino comercios genéricos que venden indistintamente prendas de vestir y herramientas, alimentos y medicamentos. Si algo caracteriza al 10 de Febrero es que se trata de un mercado popular cochabambino, conocido por ofrecer productos provenientes de Estados Unidos, como ropa, zapatos, utensilios de cocina, adornos para el hogar o juguetes. El “origen americano” de la mercadería es su sello de distinción y se aplica también para los productos farmacéuticos, entre ellos los destinados a niños y bebés. Los bienes que ofrecen los comerciantes ahí asentados ingresan al país vía contrabando, lo que, en términos generales, supone la evasión de impuestos y de tasas aduaneras, una competencia desleal con los productores y vendedores legales, daños sobre la economía y el empleo en el país. A esos perjuicios, para el caso de los medicamentos, se suma el atentado contra la salud de los pacientes, toda vez que, a falta de registro sanitario y otros avales de calidad, son productos que pueden provocar efectos adversos en quienes los consuman.

A mediados de diciembre, OPINIÓN realizó un recorrido por el mercado 10 de Febrero, donde encontró varios medicamentos que se ofrecen pese a estar vencidos, con daños en los envases y sin ningún tipo de receta. A estos se suman productos como la melatonina, una hormona encargada de regular el sueño. Pese a que es de venta libre, es recomendada por médicos especialistas, como psiquiatras. En los estantes también se observa melatonina indicada para niños en presentación de gomitas; esta es vendida sin ningún tipo de supervisión. 

En un artículo publicado en mayo de este año, la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) advierte sobre el uso indiscriminado de la melatonina en niños. “A medida que más personas han recurrido a la melatonina como ayuda para dormir, los informes de intoxicaciones en niños han aumentado rápidamente. Entre 2012 y 2021, hubo más de 260.000 informes de envenenamiento infantil con melatonina. En la mayoría de los casos, no hubo síntomas y los niños se recuperaron. Pero algunos niños necesitaron atención hospitalaria y dos niños murieron”, dice una parte del informe publicado en la página especializada en medicina Healthy Children. 

El artículo indica que solo debe usarse después de consultar con un pediatra e intentar conseguir hábitos de sueño saludables preestablecidos que no incluyan medicamentos. “La melatonina también puede ayudar a los niños con algunos trastornos del desarrollo neurológico, como el autismo o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Su uso en estas circunstancias debe ser cuidadosamente supervisado por un pediatra infantil”, se lee en el estudio. 

Varias comerciantes que venden en estas casetas aconsejan el uso de estos medicamentos y dan una “guía” de uso. Otras recomiendan productos similares y se contactan con los compradores por teléfono para ofrecer su mercadería. 

Si bien la oferta de medicamentos que se venden en el mercado 10 de Febrero está enfocada en infantes, también hay una serie de suplementos vitamínicos, como magnesio, zinc o vitaminas D. En menor medida, se ofrecen preservativos, lubricantes y estimulantes sexuales de origen estadounidense, aunque muchos vienen en envases dañados y sin fechas de vencimiento. 

Fuente: Opinión

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