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Robo de ganado deja pérdidas por $us 15,9 millones en cinco años

Santa Cruz, 25 de feb 2024 (ATB Digital).- Tuvieron que pasar casi 12 años para una sentencia. Dos ladrones fueron condenados a la cárcel en Santa Cruz, por el robo de 1.520 cabezas de ganado a tres estancias de la localidad de Pailón, causando un daño estimado de Bs 11 millones a los productores.

El fallo en el caso Pailón es considerado histórico por el abogado de los afectados, Jorge Pérez, porque sienta un precedente. El hecho ocurrió en 2012, en la provincia Chiquitos, y es un común denominador sobre los implicados y el modus operandi que están inmersos en estos hechos. Destapó a una red delictiva bien hilvanada.

Durante dos años, los abigeatistas transportaban a las reses de un predio a otro, para engañar al censo de sus propietarios. Operaban bajo la complicidad de la noche. Borraban las huellas de sus fechorías usando tractores y ramas. En ese trayecto, vendían el ganado a terceras personas, a buenos precios. Parecía el crimen perfecto.

SENTENCIA


Sin embargo, los dueños se dieron cuenta de la falta de animales y sentaron la denuncia. Peregrinaron por justicia durante casi 12 años. Hasta que a comienzos de febrero de esta gestión, un tribunal sentenció a Juan Salvatierra y Darko Kanez a cinco años y cuatro meses, y tres años y dos meses de prisión, respectivamente.

En la mayoría de casos, los ladrones no pagan su delito. La Fegasacruz estima que solo el 50% de casos son denunciados. En una nota de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), su presidente, José Luis Farah, subraya que las “mafias de abigeatistas están poco tiempo en la cárcel”, que “hay muy pocos sentenciados”.

Ganaderos grandes, medianos y pequeños, sin distinción, están en la mira de estos delincuentes, advierte la Fegasacruz, en todos los departamentos, en todas las provincias, “pero con más intensidad”, apuntan a “los productores asentados en municipios cercanos a los centros masivos de consumo o que tienen vías rápidas de acceso”.

El mayor botín es el ganado de alto valor genético lechero o de carne, que requiere de importante inversión. “Existen poblaciones rurales con organizaciones criminales conformadas por redes o clanes familiares especialistas en abigeato, desde donde hacen la vigilancia o sistema de espionaje, muchas veces camuflados como cazadores, pescadores o transeúntes”, remarca la Fegasacruz.

Para Farah, según la revista Publiagro, las mafias están tan bien hilvanadas que se presentan a las audiencias judiciales con hasta tres abogados, o sea, manejan importantes recursos económicos. “Se mueven robando ganado vivo para faena y venta de la carne en friales”, y circulan por las trancas sin ningún control que los frene.

De acuerdo con las estadísticas proveídas por la Fegasacruz, las pérdidas fueron en ascenso desde 2020 hasta 2023, con $us 2,3 millones, $us 2,9 millones, $us 3,4 millones y $us 3,8 millones, respectivamente. De 2019 a 2023, se robaron 24.660 cabezas de ganado bovino y los ganaderos afectados asciendieron a 2.466.

La Fegasacruz indica que los denunciantes deben enfrentarse también a una “red de factores negativos”, sean institucionales, organizacionales y financieros, para que se investiguen los casos, “dando la percepción de que más serán los gastos económicos y tiempo dedicado, que la posibilidad de llegar a castigar con penas de presidio efectivas” a los culpables.

Eso no es todo. Las víctimas de estos robos también son amedrentadas por los sindicados ante la Justicia, añade la Fegasacruz, “por tanto, existe un ambiente de inseguridad jurídica y, no pocas veces, corre riesgo su seguridad física”. Y existe otro problema que subraya la federación: el riesgo sanitario que provoca el abigeato.

Es que la carne faenada por estos ladrones no cuenta con un veterinario acreditado a nivel de matadero que certifique su condición sanitaria, ya que ello es realizado de forma clandestina, lo que abre las puertas a enfermedades por bacterias, parásitos o virus, léase brucelosis, triquinosis, tuberculosis bovina, hidatidosis e intoxicaciones.

El artículo 350 del Código Penal castiga el abigeato con hasta seis años de cárcel, si hay dos o más cabezas robadas de “ganado caballar, mular, asnal, bovino, bufalino, porcino, caprino, ovino o camélido sudamericano”, si es cometido por dos o más personas y si hay animales de alto valor genético implicados, entre los puntos principales.

Uno de los casos que causó más repercusión el año pasado involucró a una res, la gran campeona de la Agropecruz 2023 de la raza girolando: Rachapau Aurea 5648 Byway Fiv. Sucedió a finales de julio, en el municipio cruceño de Okinawa, cuando el animal desapareció de su estancia junto a otras vacas.

A los pocos días, se descubrió que fue faenada. El golpe económico a su propietario fue muy duro, por la inversión para este ejemplar de alto valor genético subastado en $us 10.000. “Si lo dividimos por días del año, nos roban 15 cabezas por día”, denunció su dueño, Klaus Frerking. Un ejemplo del impacto del abigeato en el país.

Se busca ampliar la sanción hasta 12 años de cárcel

En septiembre de 2018, se apuntaba a poner zancadillas al delito de abigeato o robo de ganado en el país. Se promulgaba una ley que creaba el Consejo Nacional de Lucha contra el Abigeato y se modificaba el artículo 350 del Código Penal para el endurecimiento de las sanciones contra quienes se dedican a esta actividad ilícita.

Ahora, los ganaderos han puesto en duda la efectividad del Consejo y también señalan que la pena de prisión debe ser ampliada. Por ejemplo, el Código Penal establece que quienes incurren en este delito recibirán entre seis meses y un año de cárcel si roban una “cabeza de ganado porcino, caprino u ovino”, junto a otras conductas.

GANADO

La sanción sube a entre dos y cuatro años de prisión si el robo implica a “una cabeza de ganado caballar, mular, asnal, bovino, bufalino o camélido sudamericano”. Y trepa a entre cuatro y seis años de privación de libertad por “dos o más cabezas de ganado caballar, mular, asnal, bovino, bufalino, porcino, caprino, ovino o camélido sudamericano”.

Además, el hecho debe ser cometido por dos o más personas; “se trate de animales de alto valor genético; la persona autora mantenga una relación de dependencia laboral con la víctima; el hecho se cometa en ocasión de un desastre natural, convulsión popular o aprovechándose de un accidente, o de un infortunio particular, o que el bien se halle fuera de control del dueño; o se utilicen armas de fuego o se ejerza violencia sobre las personas”.

La Fegasacruz remarca que la “baja penalidad provoca en la mayor parte de los casos que el abigeatista salga libre”. Ante esto, se presentó un proyecto de ley para modificar el Código Penal, para que la reclusión de los abigeatistas se amplíe a entre ocho y 12 años. El documento se encuentra en la Cámara de Diputados, en fase de revisión, y se solicitó datos complementarios, como estadísticas del delito, y que se subsanen algunas observaciones sobre la pena y el tipo penal.

Fuente: La Razón

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