La Paz, 17 de mar 2024 (ATB Digital).- Todos conocemos a los payasitos de fiestas infantiles. Siempre los vemos alegres y siempre tienen algo que decir que nos cause risa, lo que nos hace preguntar: ¿Cómo pueden estar felices todo el tiempo y contagiar esa energía por donde van?
Detrás de la sonrisa de los payasos se esconden historias, vivencias y tristezas, como cualquier persona.
Se dice que es más fácil hacer llorar que hacer reír, pero ¿por qué? Porque cambiar las lágrimas por sonrisas es un arte, es una vocación. Al payasito se le puede estar cayendo el mundo encima, puede tener todos los problemas del mundo, pero como se dice “el show debe continuar” y, a pesar de eso, ellos se muestran las personas más felices del mundo.
No solo eso, animar las fiestas infantiles no es trabajo fácil. Así como cada persona es un mundo diferente, los niños son diferentes entre ellos, algunos se emocionan al ver a los payasos, mientras que otros se asustan y les tienen miedo. Y el reto está ahí, en captar la atención de cada uno de ellos y de sus padres para disfrutar de la fiesta.
Sin embargo, a pesar de las dificultades, ellos siguen ahí, dándolo todo por sacar aunque sea una pequeña sonrisa a los más pequeños de la casa. Ver rostros iluminados y sonrisas de oreja a oreja es el mayor incentivo de los payasitos para seguir con su labor a pesar de los retos y complicaciones que implica.
Fuente: Sala de redacción ATB Digital