La Paz, 18 abr 2024 (ATB Digital).- Thiago Leitao, entrenador de San Antonio de Bulo Bulo, consideró que los jugadores de Bolívar y su presidente, Marcelo Claure, no miran el fútbol internacional y sobre todo las grandes ligas de Europa. Leitao apuntó que cuando hay intensidad también puede haber alguna pierna fuerte.
“Creo que los (jugadores) del Bolívar no ven el fútbol inglés o italiano. Su presidente (Marcelo Claure) que viaja mucho, creo que no debe de reclamar de la intensidad que se maneja en nuestro fútbol. Todos los entrenadores buscamos esa intensidad, que se llegue duro al balón, con una cancha mojada y ese análisis no se hace”, dijo Leitao en conferencia de prensa.
El entrenador del ‘benjamín’ comentó que la cancha estaba en mal estado el pasado domingo en el estadio Carlos Villegas porque llovió mucho, tres días seguidos.
Claure, después de la derrota apuntó al árbitro Dilio Rodríguez como el principal causante del mal resultado, pero también habló de antifútbol.
«El arbitraje una vergüenza. El antifútbol ganó hoy a puro patadas y el árbitro se inventa una expulsión. A veces creo que hacen esto para lastimar a nuestros jugadores porque a los que conocemos les duele que el Bolívar esté brillando en Libertadores y la envidia los mata»
LEITAO CON TODO
Leitao no se guardó nada y le recordó al titular celeste que ayude más al fútbol boliviano.
“Ahora, hacernos las victimas para tapar una mala tarde o un rendimiento que puede pasar, quisiera que antes que salga (Marcelo Claure) a criticar, no sé de qué lugar del mundo, que este acá y que colabore para que nuestro fútbol mejore porque es fácil criticar, criticar y criticar, solo cuidar los intereses de su institución y debemos pensar en los intereses de nuestro fútbol. Cada temporada, nuestros equipos buscan competir con clubes de otros países y no pueden porque hay que mejorar el fútbol boliviano”, apuntó Leitao.
San Antonio vendrá el jueves al estadio Hernando Siles, con la ventaja de haber ganado el primer partido (1-0), por cuartos de final del torneo Apertura.
FUENTE: La Razón