Mundo, 05 de sep 2024 (ATB Digital).- Durante la época vikinga un grupo de guerreros se hicieron famosos por combatir vistiendo solo pieles de animales, descartando el uso de cascos y armaduras. Estos luchadores desafiaban a la muerte en cada batalla en una búsqueda constante del Valhalla, mordiendo sus escudos y lanzando tremendos alaridos que metían el miedo en el cuerpo del más curtido.
La primera mención sobre ellos la encontramos durante el reinado del rey Harald Cabello Hermoso, de quien se cuenta que en el 872 contaba con una guardia personal de 12 berserkers en su campaña de unificación de Noruega. Otras sagas también los mencionan como poderosos héroes que luchaban desnudos en primera fila, o formando un pequeño grupo de guerreros de élite.
El nombre ber sekyr (camisa de oso) procede de la costumbre de cubrirse con pieles de osos y lobos para imbuirse de su fuerza y ferocidad, pero el secreto de su furia combativa residía en las drogas que tomaban para entrar en trance antes del combate
Estas sustancias piscotrópicas, identificadas con el beleño y la seta Amanita Muscaria, se tomaban en forma de poción, y permitían al berserker luchar sin sentir miedo ni dolor, sumidos en un estado de enajenación mental en el que aullaban como bestias, dando pie a la leyenda de que podían transformarse en animales en el fragor del combate. Tras la batalla, cuentan las sagas que quedaban agotados física y mentalmente, por lo que debían descansar durante días mientras sus cuerpos se recuperaban de los efectos de la droga.
Condenados por los monjes cristianos como guerreros demoníacos imbuidos de una fuerza antinatural, los berserkers fueron el terror de sajones y otros pueblos durante los siglos IX al XI, pero con al formación de reinos unificados y el fin de los días de incursiones y peleas fueron prohibidos gradualmente por los reyes escandinavos hasta desaparecer en el siglo XII.
FUENTE: NATIONAL GEOGRAPHIC